Neurociencia: Neurofeedback, Mapeo Cerebral, Electroencefalografía (QEEG)
Psicología y neurociencia para personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo
Psicología y neurociencia para personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo
Los diagnósticos psicológicos habituales diferencian a las personas según los síntomas y las conductas, pero hasta ahora no se podía conocer la actividad de su cerebro, y podemos ver que adultos con diagnóstico de Trastorno Obsesivo Compulsivo y obsesiones tienen actividad cerebral diferente, es decir, existen subtipos diferentes del Trastonto Obsesivo Compulsivo, es necesario conocer la actividad del cerebro para entender el funcionamiento que hay debajo de sus conductas compulsivas y obsesiones. Nuestro centro de psicólogos experto en en Trastorno Obsesivo Compulsivo utiliza las técnicas más eficaces junto con neurofeedback.
Gracias a la tecnología QEEG ( Electroencefalografía) podemos conocer la actividad cerebral, para hacer un diagnóstico electrofisiológico, que es el único indicador neuronal que tenemos , y así ser más precisos en los tratamientos, además, con Neurofeedback podemos hacer que el la persona diagnosticada de TOC o con obsesiones, aprenda a cambiar sus patrones cerebrales.
– QEEG (Electroencefalografía): Obtener un mapeo del cerebro para evaluar su actividad y hacer una evaluación del funcionamiento del cerebro.
– Neurofeedback: Conseguir un entrenamiento de Neurofeedback para cambiar la actividad disfuncional y conseguir que el cerebro aprenda nuevos patrones más óptimos.
– Biofeedback: Aprender mecanismos de regulación emocional por medio de la información que nos da el ordenador de nuestras variables fisiológicas
Consiste unos sensores que se colocan en el cuero cabelludo, que miden la actividad del cerebro y conectado a una pantalla marca un premio cuando la persona consigue los nuevos patrones que queremos adquirir.
De esa forma la persona aprende a adquirir esos nuevos patrones y cambios del funcionamiento cerebral, en base a ir reforzados por el ordenador. Se podría decir que es como un vídeo juego en el que los mandos son el cerebro.
Con Neurofeedback, el cerebro aprende a:
– Reducir las ondas y patrones que nos desregulan,
– Aumentar las ondas cerebrales que nos regulan y que nos ayudan a mejorar nuestros estados psicológicos.
Puedes pedir cita con nuestros psicólogos especialistas en Neurociencia y empezar a entrenar:
2- Se entregará un informe sobre el mapeo cerebral y se establecerá un tratamiento de Neurofeedback
3 – Cada 10-15 sesiones se realiza una evaluación en la zona del cerebro que se trabaja.
4 – Cada 20-30 sesiones se realiza una evaluación completa para ver las mejoras.
– 45 minutos cada sesión
– Se entrega informe de evaluación
– Se hace otra evaluación en el final del tratamiento para registrar los resultados
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo es un trastorno grave que frecuenta una prevalencia de sufrirlo a lo largo de la vida de entre 1- 3% (Hammond, 2003), con tasas de remisión bajas: solo el 53% de quienes lo sufren logran superarlo (Lochner et al., 2014) con los tratamientos habituales.
Su curso es crónico con periodos de remisión y recaída . Presenta comorbilidades con diferentes trastornos tales como (Sharma et al., 2014):
En cuanto a su sintomatología, es un trastorno heterogéneo, con variabilidad de síntomas (compulsiones y/u obsesiones) encuadrados en diferentes dimensiones o constructos:
Neurofeedback ayuda al cerebro a regularse por sí mismo, por medio del entrenamiento, en comparación con la terapia farmacológica que consigue dicha regulación de manera química; disminuyendo los síntomas obsesivos y compulsivos.
En términos clínicos tiene potencial para minimizar los períodos prolongados de tratamientos y el uso de terapias invasivas en pacientes resistentes a diferentes tratamientos.
Reducimos el exceso de ondas rápidas en zonas posteriores del cerebro (donde debería haber predominio de ondas lentas propias de estados más relajados) que causan la rumiación y otros síntomas del TOC y aumentamos las lentas.
El Neurofeedback para tratar síntomas obsesivos y/o compulsivos se ha establecido como un método efectivo para disminuir los síntomas propios del TOC (Barzegary et al., 2011).
Se ha demostrado que Neurofeedback consigue una mejoría clínicamente significativa de los síntomas en el 91% de los participantes diagnosticados de Trastorno Obsesivo Compulsivo. Esta mejoría fue medida mediante instrumentos de medida objetivos:
– Escala de Obsesiones y Compulsiones de Yale-Brown (Y-BOCS)
– Escala de Mejora Clínica Global (CGI)
El protocolo fue inhibiendo ondas theta o alfa en zonas frontales, prefrontales y frontotemporales.
El 52% de los participantes mantenían esta mejoría a los 26 meses de haber finalizado el tratamiento con Neurofeedback. (Sürmeli, T., & Ertem, 2011). Estos resultados de mantenimiento de los efectos de Neurofeedback a medio-largo plazo son congruentes con otro estudio realizado en 2018 (Carpenter 2018).
En otro estudio pacientes con TOC fueron asignados de manera aleatoria a dos condiciones de tratamiento: Neurofeedback o (placebo) Feedback. Tras 25 sesiones, las compulsiones se redujeron significativamente en el grupo de Neurofeedback (Koprivová et al., 2013) .
En China, un 86,5% de los participantes disminuyeron tanto las obsesiones como las compulsiones (según las puntuaciones obtenidas en la escala Y-BOCS), con Neurofeedback junto a su terapia cognitivo conductual y medicación para la depresión. Respecto a aquellos que no recibieron Neurofeedback combinado, solo mejoraron un 62,9% (Deng et al., 2014)
En Canadá (Mills & Solomon, 1974) se administraron 15 sesiones de refuerzo de alfa en O1 y O2 con resultados favorables; al igual que en EEUU interviniendo sobre la corteza orbitofrontal (Scheinost et al., 2014).
Un estudio multicentro desarrollado en diferentes países: Alemania, Italia, EEUU y Chile, obtuvo resultados favorables en disminución de síntomas entrenando la hiperactividad de la ínsula anterior (integra la información procedente del gusto y el olfato y de los estados corporales como reacción a los eventos o estímulos, para dar lugar a las experiencias subjetivas y conscientes de los sabores, olores, y de las emociones) (Buyukturkoglu et al., 2015)
Tras 30 sesiones en una muestra pequeña procedente de Teherán (Irán). Según las puntuaciones obtenidas en el cuestionario PI (Padua Inventory of obssesive and compulsive symptons) Neurofeedback disminuyó síntomas del TOC. (Barzegary et al., 2011)
Otros subtipos del TOC podrían beneficiarse especialmente del tratamiento con Neurofeedback, según un estudio realizado en 2018 : Dismorfia corporal, tricotilomanía, Síndrome de Diógenes, dermatilomanía (Sachs & Erfurth, 2018).
Para entender entender la neurobiología del TOC tenemos que comprender la función que cumplen algunas de las áreas involucradas en el desarrollo y/o mantenimiento del trastorno:
Con un mapeo cerebral podemos ver lo que demuestran las técnicas de neuroimagen, un aumento del flujo sanguíneo en zonas frontales y de metabolismo en Fz o cingulado anterior y/o áreas orbitofrontales ( Fp). Dando lugar a un fenómeno denominado hipercoherencia: exceso de comunicación en este caso entre áreas anteriores y posteriores, generando comunicaciones repetitivas no útiles, que pueden dar lugar a rumiaciones y/u obsesiones y a la necesidad de realizar compulsiones para disminuir el malestar provocado por éstas.
Congruente con estos hallazgos, mediante EEG observamos hiperactividad en (Rauch, 2000):
La hiperactividad de estas zonas se atenúa si aparecen o se provocan los síntomas, y tras un tratamiento exitoso. Por lo que los síntomas de obsesiones y compulsiones actuarían como reguladores de tal hiperactividad. (Hammond, 2003)
Existen dos subtipos dentro del TOC, según la anormalidades encontradas a nivel de actividad cerebral (Kuskowski et al., 1993):
Ligero exceso de beta en áreas frontales, centrales y temporales
2. Exceso de theta especialmente en frontal y temporal
Por otra parte, estudiamos los potenciales evocados y su relación con la gravedad de los síntomas del TOC.
Denominamos potencial evocado a la medida de la respuesta que emite nuestro cerebro a un estímulo o evento específico ya sea sensorial, motor o cognitivo.
Existe un potencial evocado relacionado con la comisión de errores: observamos un cambio en la forma de una onda específica cuando cometemos un error, especialmente si somos conscientes de ello. Refleja la actividad de un sistema general de procesamiento de error; uno de lo síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo es el exceso de comprobación, rumiación y duda, que equivale a una respuesta de control excesiva y a una hiperactividad o sensibilidad excesiva, en este sistema de procesamiento de errores . El tamaño de este potencial evocado es sensible al tamaño del error y se ha localizado su origen en el córtex frontal medial (Fz). En TOC la magnitud del potencial evocado negativo, correlaciona con la gravedad de los síntomas (Hammond, 2003).
Dos estudios previos documentaron estos hallazgos:
Encontramos un exceso de actividad en el lóbulo frontal (onda rápida beta) y disminución de la actividad en zonas posteriores (Ferreri et al., 2019).
La exposición en vivo produce cambios importantes en el EEG: en la topografía de la onda alfa durante la exposición en vivo a agentes contaminantes, en comparación con los sujetos sin TOC. Cambios en la activación en zonas posteriores respecto a anteriores en alfa; aumenta alfa en zonas posteriores y disminuye en frontales, hallazgo consistente con la hiperactivación en frontales que muestran otros estudios (Simpson et al., 2000).
Además, existe cierta incapacidad para inhibir las compulsiones, que sería debida a una baja sincronización de beta y daño en los mecanismos inhibitorios: inhibición cortical motora reducida (Greenberg et al., 2000).
El cerebro mueve información eléctrica y química, y los dos ámbitos dependen el uno del otro.
La medicación ayuda a que el cerebro produzca algunos de los componentes químicos que ayudan a los niños y adolescentes que sufren los problemas y pueden ser beneficiosos en muchos casos.
Sin embargo, el objetivo de Neurofeedback es entrenar al cerebro a largo plazo, lo que ayuda a organizar el funcionamiento del cerebro, para conseguir que los circuitos neuronales que no están funcionando de forma óptima puedan funcionar mejor.
La neurociencia ha visto que el cerebro tiene plasticidad, y que la experiencia ayuda organizar las interconexiones de las redes neuronales, si esa experiencia la repetimos mucho, entonces el cerebro se auto-organiza, el Neurofeedback ha demostrado que su entrenamiento es eficaz en esa organización, es la herramienta que ayuda en la regulación.
Neurofeedback es un entrenamiento, no una terapia psicológica al uso.
La terapia psicológica tiene el objetivo de ayudar en otro nivel, que consiste en:
– entender qué nos ha pasado en nuestra vida, qué tiene que ver con nuestros síntomas y por qué,
– entender el análisis funcional de la conducta para aprender a manejar las situaciones, y ayudar al entorno del paciente si es necesario.
– desde la propia experiencia los pensamientos y emociones que hacen que nos sintamos así y aprender a gestionarlos.
– darnos herramientas para hacer frente a las situaciones y a las decisiones de la vida.
– psicólogos infantiles
– psiquiatras
– psicólogos expertos en neurociencia y neurofeedback
Las neuroterapias son un entrenamiento, así que para que se llegue a producir cambio y aprendizaje en el cerebro y la terapia sea efectiva es necesario que haya una continuidad.
Los cambios en el cerebro se producen por entrenamiento, repetición de patrones de funcionamiento.
Al principio se requieren dos sesiones semanales o tres, para producir cambios más rápidos y que sean duraderos.
Esta terapia se puede compatibilizar con psicoterpia y/o fármacos, de hecho es lo recomendable.
Es un tratamiento no invasivo y no doloroso,
Bibliografía y estudios científicos sobre Neurofeedback y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
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Blair Simpson, H., Tenke, C. E., Towey, J. B., Liebowitz, M. R., & Bruder, G. E. (2000). Symptom provocation alters behavioral ratings and brain electrical activity in obsessive-compulsive disorder: A preliminary study. Psychiatry Research. https://doi.org/10.1016/S0165-1781(00)00177-3
Buyukturkoglu, K., Roettgers, H., Sommer, J., Rana, M., Dietzsch, L., Arikan, E. B., Veit, R., Malekshahi, R., Kircher, T., Birbaumer, N., Sitaram, R., & Ruiz, S. (2015). Erratum: Self-regulation of anterior insula with real-time fMRI and its behavioral effects in obsessive-compulsive disorder: A feasibility study (PLoS ONE (2015) 10:12 (e0145027)). In PLoS ONE. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0145027
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Sharma, E., Thennarasu, K., & Reddy, Y. C. J. (2014). Long-term outcome of obsessive-compulsive disorder in adults: A meta-analysis. Journal of Clinical Psychiatry. https://doi.org/10.4088/JCP.13r08849
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