¿A tu hijo no le gusta estudiar?
Psicólogos infantiles y de adolescentes con más de 15 años de experiencia
Con las técnicas más eficaces en psicología para mejorar la motivación
Con tratamientos de Psicología , Neurociencia y Neurofeedback
70€
Evaluación del problema y tratamiento.
Sesiones con el niños y con padres y/o tutores o profesores si es necesario.
55 minutos por sesión.
Nuestros centros de psicología:
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia
Algunos de los problemas más típicos que los niños tienen que hacer frente en el ámbito escolar —y que nuestro centro de psicología infantil trata con resultados satisfactorios— es el fracaso escolar.
Es uno de los problemas de la psicología infantil que más preocupan a los padres, ya que las estadísticas dicen que uno de cada cuatro niños en nuestro país tiene fracaso escolar, lo que significa que esos niños no alcanzan el rendimiento académico esperado para su edad, a pesar de su potencial.
El fracaso escolar no implica necesariamente falta de inteligencia o capacidades, sino que suele ser el resultado de múltiples factores que interfieren en el aprendizaje. Puede manifestarse como:
Bajo rendimiento continuado
Falta de motivación
Dificultades en la lectura, escritura o matemáticas
Problemas de conducta en el aula
Baja autoestima académica
En la mayoría de los casos, no hay una sola causa. Entre las más comunes están:
Problemas emocionales: ansiedad, baja autoestima, dificultades en el entorno familiar
Trastornos del aprendizaje: dislexia, TDAH, discalculia, disgrafía, CI o inteligencia. Hay que realizar evaluaciones neuropsicológicas.
Estilos educativos desajustados o falta de hábitos de estudio
Entorno escolar poco adaptado a sus necesidades
Problemas de atención o concentración
Conflictos sociales o acoso escolar
En nuestro centro, abordamos el fracaso escolar de manera multidimensional e individualizada, trabajando tanto con el niño como con la familia y, cuando es necesario, con el colegio.
Evaluación neuropsicológica y emocional
Detección de dificultades específicas del aprendizaje
Valoración de factores familiares, sociales y emocionales
Reeducación psicopedagógica (apoyo en lectura, escritura, razonamiento)
Técnicas de estudio adaptadas a su perfil
Entrenamiento en funciones ejecutivas (planificación, memoria de trabajo, organización)
Mejora de la autoestima académica y motivación
Psicoeducación sobre las dificultades del niño
Orientación en hábitos de estudio en casa
Estrategias de comunicación y acompañamiento emocional
Elaboración de informes para el colegio
Recomendaciones específicas para adaptar el entorno educativo
Aumento del rendimiento académico
Recuperación de la motivación por aprender
Mejora del bienestar emocional
Disminución de conflictos familiares relacionados con los estudios
Prevención del abandono escolar y del daño a largo plazo en la autoestima
En muchos casos, para comprender en profundidad las dificultades del niño es necesario realizar una evaluación neuropsicológica completa que puede incluir:
Valoración del Cociente Intelectual (CI) y perfil cognitivo (memoria, razonamiento, atención, velocidad de procesamiento)
Evaluación de dislexia y otros trastornos del aprendizaje
Diagnóstico de TDAH o dificultades atencionales
Exploración de funciones ejecutivas (planificación, inhibición, control mental)
Evaluación emocional y conductual (ansiedad, baja autoestima, desregulación)
Nuestro centro de psicología infantil une las técnicas psicológicas más novedosas junto con tratamientos dirigidos a profundizar en los cambios neuronales provenientes de la neuromodulación.
Mapeo Cerebral (QEEG o Electroencefalografía cuantificada): medición del funcionamiento cerebral, un Electroencefalograma (qEEG), que es una medición totalmente objetiva de cómo funciona el cerebro, para ellos se colocan sensores en el cuero cabelludo que captan la actividad eléctrica del cerebro en sus diferentes partes, es indoloro y no invasivo.
Se entrega un informe personalizado de la actividad cerebral con imágenes de su actividad y con más de 40 páginas, con las referencias científicas encontradas relacionadas con su problemática y el tratamiento personalizado a seguir.
Tdcs: La Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS) es una técnica no invasiva de neuromodulación que aplica una corriente eléctrica de baja intensidad (generalmente entre 1–2 mA) sobre el cuero cabelludo para modificar la excitabilidad cortical.
Neurofeedback: se ponen sensores en el cuero cabelludo, que no son invasivos, ni producen electricidad, solo registran la actividad del cerebro, para enviarlas a un ordenador que procesa la información y proporciona una retroalimentación o «feedback» cuando la persona aprende a llegar a la actividad cerebral que queremos, consiguiendo así que la persona aprenda sobre su propia actividad neuronal, aprendiendo a regularse a si mismo por el entrenamiento.
El fracaso escolar es el resultado final (no alcanzar el rendimiento esperado), mientras que las dificultades de aprendizaje son una posible causa. Un niño con dislexia, por ejemplo, puede tener fracaso escolar si no se detecta ni se interviene a tiempo.
Sí. Muchos niños con alto potencial intelectual pueden presentar fracaso escolar si tienen TDAH, dislexia no diagnosticada, ansiedad, desmotivación o un entorno escolar poco estimulante. Es fundamental evaluar su perfil para intervenir adecuadamente.
En muchos casos sí. Una evaluación neuropsicológica ayuda a detectar dificultades cognitivas, emocionales o del aprendizaje que no siempre son visibles a simple vista. Esto permite diseñar un tratamiento más eficaz y adaptado.
Absolutamente sí. Con un diagnóstico adecuado, intervención psicopedagógica y apoyo familiar, la mayoría de los niños logran recuperar su rendimiento académico y autoestima. Cuanto antes se interviene, mejores resultados se obtienen.
Sí. Tratamos tanto a niños como adolescentes, adaptando la intervención a su etapa madurativa. En el caso de secundaria, muchas veces se suma el trabajo sobre ansiedad, identidad, presión académica o motivación vital.
La primera visita incluye:
Entrevista clínica con los padres
Revisión de informes escolares si los hubiera
Evaluación inicial de la situación
Propuesta de plan de intervención o evaluación si procede
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia
Psicólogos infantiles en Madrid.
Una de las principales preocupaciones de los padres sobre sus hijos es saber cómo conducir las conductas y poder hacer frente a problemas como la agresividad, la desobediencia, las rabietas, la rebeldía, …
En numerosas ocasiones, cuanto más intentan resolver estos problemas se encuentran con muy difíciles comportamientos por parte de sus hijos, llegando a tener sentimientos de indefensión e impotencia.
Aparte de esto es muy importante para los padres ayudar a sus hijos a mejorar algunas conductas que les causan dificultades, como el déficit de habilidades sociales o la falta de autocontrol pero, con frecuencia, realizan muchos intentos infructuosos hasta que recurren a ayuda profesional.
Es cierto que ser padres es una de las tareas más complejas a la que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida y, aunque por regla general los padres intentan hacerlo lo mejor posible, se trata de una ardua tarea que puede llegar a ser demasiado difícil.
Las investigaciones corroboran la idea de que la familia juega un papel decisivo e imprescindible en el proceso de desarrollo y maduración de un niño, pero este camino no está fuera de riesgos y muchas variables interactúan para beneficiar o perjudicar el ajuste de todas las partes implicadas en un tema tan enrevesado.
Nuestros psicólogos infantiles utilizan las técnicas con más evidencia. El psicólogo infantil empieza realizando una evaluación completa de los problemas y prepara un plan de terapia adaptado al niño o adolescente.
La consulta sobre los problemas de conducta en niños se realiza con el niño y su familia, orientando a los padres sobre el uso eficiente de las actitudes del niño y desmontando los intentos de solución de los trastornos de conducta que están resultando inútiles o nocivos, como el exceso de castigos, diferencias entre los cónyuges, etc.
La ayuda de los profesores también se hace necesaria y conveniente en ciertas ocasiones, ya que el psicólogo infantil contacta con los tutores del niño para coordinar las acciones que se están llevando a cabo.
Cuando los problemas de comportamiento ya están creados en el repertorio conductual del niño, se requiere la utilización de programas validados, y que las maniobras que se enseñen sean aplicadas de forma sistemática y supervisadas de forma minuciosa para irlas ajustando y adaptando, con el fin de mejorar su eficiencia.
En algunos casos puede ser útil que el niño tenga sesiones de neurofeedback, para que conozcamos la actividad de su cerebro y entrenemos su cerebro para crear nuevos patrones más regulados y sin problemas de conducta.
Los problemas de conducta pueden tener una base neurofisiológica, con problemas de atención, hiperactividad o impulsividad. Con el tratamiento de Neurofeedback se hacce una evaluación de la actividad cerebral, se entrega un informe que puede ser entregado a profesores sobre su actividad cerebral.
Con el entrenamiento, los niños aprenden a modular y cambiar sus patrones neuronales, produciendo cambios en su mapeo cerebral, que se van viendo en los informes y evaluaciones que se hacen cada 15 sesiones.
Sesiones con psicóloga infantil:
Nuestros psicólogos infantiles utilizan las técnicas más eficaces dependiendo de la evaluación:
Nuestros psicólogos infantiles te ayudarán, sin juzgar sus actitudes y comportamientos como padres; ya que simplemente pidiendo ayuda a un profesional de la psicología infantil se está haciendo todo lo posible para la mejora la salud mental y emocional de su hijo.
Nuestro psicólogos infantiles le ayudarán a entender el origen y mantenimiento del problema, le darán herramientas para ayudar más rápidamente a su hijo e intervendrá para dar soluciones al problema con la máxima eficacia.
IPSIA Psicología, especialistas en psicología infantil.
Lo ideal es empezar por un psicólogo infantil, y que según sus recomendaciones nos derive a psiquiatra, neuropsicólogo o al equipo de neurociencia y neurofeedback.
Nuestros tratamientos:
Muchas personas no saben cuando sus hijos necesitan un especialista, ese punto es algo individual y subjetivo, pero hay situaciones objetivas en las que un psicólogo infantil mejoraría la vida del niño:
Está viviendo o ha vivido una crisis importante en la familia: pérdida del trabajo, mudanza de vivienda, cambio de escuela, muerte de un familiar o alguien allegado, una enfermedad grave, separación de su pareja,…
Su hijo tiene problemas en la escuela, acoso escolar, fracaso escolar, malos resultados, etc.
Su hijo tiene malas relaciones con sus compañeros, o sufre acoso escolar.
Si castiga a sus hijos física y/o emocionalmente.
Su hijo utiliza la agresividad con usted.
Su hijo es demasiado activo, impulsivo e inquieto, son síntomas de un sistema nervioso muy alterado.
Su hijo está deprimido, ha perdido interés por la vida, ha intentado hacerse daño a sí mismo o suicidarse o nota que su salud mental y emocional no son adecuadas.
Si su hijo es adoptado y además ud. le preocupan demasiado los aspectos de la adopción o a su hijo le preocupa demasiado el tema de la adopción.
La conducta, personalidad y amistades del niño han cambiado de forma drástica.
Ud. no se siente capaz o con fuerzas o tiene dudas para encarar algún problema, o necesita consejos para mejorar la salud mental y el bienestar de su hijo.
Los problemas de comportamiento en niños son una de las quejas más habituales por parte de padres y profesores. Dificultades para acatar las normas, conductas desafiantes, agresivas, explosiones de ira, son sólo algunas de las manifestaciones de un conjunto de problemas que pueden encontrarse en niños y jóvenes de muy diferentes edades.
En algunos casos son problemas pasajeros que se superan con facilidad, pero en otros, adquieren dimensiones más elevadas por su frecuencia e intensidad originando un deterioro en las relaciones familiares y sociales.
Es ahí cuando pueden aparecer serias dificultades de adaptación en el círculo escolar y es frecuente que padres y profesores busquen apoyo para manejar los comportamientos destructivos. Los niños y adolescentes con estos problemas tienen muchos obstáculos para seguir las reglas y comportarse de manera aceptable. Tienen un escaso autocontrol.
La conducta de estos niños genera emociones negativas en padres, profesores e incluso en otros niños, porque se niegan a hacer lo que se les pide, responden mal, tienen mal genio y se saltan o ignoran las reglas habituales. Les cuesta integrarse y llevarse bien con los demás.
Estos comportamientos desafiantes y agresivos, que son normales a los dos o tres años, cuando se mantienen en etapas posteriores, se transforman en insultos, mentiras, acusaciones e intimidaciones a otros, peleas, llevando a conductas más graves, faltas a clase, como robos, crueldad física contra las personas o los animales.
No existen niños “malos o problemáticos”, sino maneras educativas en la familia y en la escuela o en la sociedad más amplias, que no saben responder a las necesidades de ese niño, en cada etapa de su desarrollo.
Tenemos el deber de ayudar a los niños con problemas de conducta a tener un comportamiento más social y adaptativo, dedicando más tiempo al comportamiento positivo que al comportamiento problemático.
Los problemas de conducta se extienden por regla general desde la niñez a la adolescencia y desde la psicopatología del desarrollo, la investigación actual sugiere que los problemas de comportamiento en la infancia son, en numerosas ocasiones, indicadores de un curso de desarrollo desadaptativo.
Ipsia Psicología cuenta con psicólogos profesionales que tienen como objetivo primordial la reducción de los problemas de conducta infantiles de tipo disruptivo, mejorar su sociabilidad y ambiente académico. También disponemos con servicio de psicólogo online, para todas aquellas personas que no puedan desplazarse.
Una de las principales preocupaciones de los padres sobre sus hijos es saber cómo conducir las conductas y poder hacer frente a problemas como la agresividad, la desobediencia, las rabietas, la rebeldía, …
En numerosas ocasiones, cuanto más intentan resolver estos problemas se encuentran con muy difíciles comportamientos por parte de sus hijos, llegando a tener sentimientos de indefensión e impotencia.
Aparte de esto es muy importante para los padres ayudar a sus hijos a mejorar algunas conductas que les causan dificultades, como el déficit de habilidades sociales o la falta de autocontrol pero, con frecuencia, realizan muchos intentos infructuosos hasta que recurren a ayuda profesional.
Es cierto que ser padres es una de las tareas más complejas a la que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida y, aunque por regla general los padres intentan hacerlo lo mejor posible, se trata de una ardua tarea que puede llegar a ser demasiado difícil.
Puede parecerr que los niños no tienen problemas o que estos son menos urgentes o importantes, algunos padres creen que los problemas se resolverán solos y que los problemas de conducta o emocionales de los niños son pasajeros.
Pero la verdad es que los padres subestiman los problemas de los hijos, sus preocupaciones y ansiedad, y piensan que tiene más capacidad para el bienestar de la que tienen.
Algunas situaciones pueden superar la capacidad psicológica y emocional que pueden tener los niños según su edad. Si notas algunos síntomas emocionales o conductas disruptivas que se prolongan un psicólogo infantil puede ayudarte.
Los niños tienen emociones, rabietas y comportamientos disruptivos como todos, pero es conveniente ir al psicólogo infantil cuando hay conductas que no son las adecuadas a su edad o las emociones y síntomas de ansiedad, miedo o tristeza se mantienen en el tiempo.
SI notas que las conductas son persistentes en el tiempo y que esto provoca problemas en el niño como problemas con otros niños o problemas académicos.
Puede haber dudas de si una conducta es adecuada a cierta edad, si tienes dudas de cómo ayudar a tu hijo puedes pedir cita con un psicólogo infantil que hará una evaluación de tu caso y te dará las mejores opciones. Si no se interviene en el problema, un comportamiento aislado se convierte en un patrón de conducta problemático, un psicólogo infantil ayuda a saber de qué forma hacerlo.
También puede haber problemas cuando el niño tiene problemas para relacionarse con amigos o para aprender, es necesario atajar estas dificultades pronto para que no le influyan en su desarrollo.
En IPSIA los psicólogos infantiles de nuestro centro están especializados en psicología infantil, con una formación continua en las técnicas más eficaces
Mi hijo de 12 años tenía mucha ansiedad y estaba siempre inseguro, después de unas sesiones aprendió a manejar los pensamientos que le producían ansiedad y ahora se le ve feliz y contento.
Ana, madre de Javier 49 añosEn el colegio nos dijeron que Gonzalo tenía problemas de relación con otros niños desde hacía algunos años, habíamos intentado otros tratamientos pero no nos funcionaron, cuando vinimos aquí, desde el inicio nos dieron consejos para ayudar a nuestro hijo a tratar con sus compañeros de clase. Ahora él tiene mejor salud mental y se siente mejor, ya no tiene ansiedad por ir al colegio.
Franciso, padre de Gonzalo 42 añosDesde el nacimiento nuestro hijo lloraba mucho, no creímos que fuera importante, pero cuando tenía 2 años nos dimos cuenta que era muy movido y que tenía muchos impulsos que no veíamos en otros niños. Cuando conocimos a Sandra nos ayudo y nos dio consejos para aprender a manejar a Sergio
Sara, madre de Sergio 44 añosNos dimos cuenta que mi hijo lo estaba pasando mal cuando vimos que tenía mucha ansiedad por ir al colegio y ver a los otros niños, luego nos dimos cuenta que mi niño desde siempre había sido así, no sé si desde el nacimiento, pero siempre había sido tímido. Cuando llegamos a este centro, la psicóloga infantil hizo que se sintiera bien y le dio ejercicios desde el principio adaptados a niños, notamos desde el principio que su ansiedad disminuyó y que se sintió mejor para ir al colegio.
Ana, madre de Juan 37 años