Si tu hijo tiene una agresividad y rabietas difíciles de manejar y que no sabe controlar un psicólogo infantil le ayudará
Psicólogos infantiles con más de 15 años de experiencia
Con las técnicas más eficaces en psicología infantil para aprender a gestionar sus rabietas
Con tratamientos de Psicología , Neurociencia y Neurofeedback
70€
Evaluación del problema y tratamiento.
Sesiones con el niños y con padres y/o tutores o profesores si es necesario.
55 minutos por sesión.
Nuestros centros de psicología:
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia
Nuestros pequeños desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años, eran más o menos tranquilos, calmados, les decíamos que no a algo y obedecían….de pronto, de la noche a la mañana se convierten en unos diablillos que se oponen a todas las normas o limites que les ponen los padres, si quieren algo y no lo consiguen, empiezan todo el ritual de conductas que ya conocemos (pataleos, lloros, gritos….) y si les pillan fuera de casa, los padres sólo piensan “tierra trágame”.
Por todo esto, los 2 años, son conocidos como la “primera adolescencia” y “etapa del oposicionismo”, los niños, se revelan ante el inicio de las primeras normas y límites. Vamos a ponernos por un momento en la piel de ese niño de 2 años, seguramente, nuestro pensamiento sería: ¡Qué pasa, si hasta hace nada hacía lo que quería y nadie me decía nada! Esta lucha suele alargarse alrededor del año, año y algo, siempre teniendo en cuenta que cada niño es un mundo. Pasado este tiempo, el niño se da cuenta que no puede conseguir sus objetivos sin la ayuda de sus padres, les necesita, por tanto, alrededor de los 3 años entramos en la etapa de la “crisis del oposicionismo”, nuestro temido diablillo vuelve a convertirse en el angelito de antes. Esta etapa dorada dura aproximadamente hasta los 5 años, apareciendo a los 6, un despunte de nuevo de rabietas.
Hay que tener algo claro, no todos los enfados son rabietas, los niños pequeños pueden enfadarse, gritar, tirarse al suelo y no tiene que estar teniendo una rabieta en ese momento. Las rabietas están relacionadas con la frustración.
El niño con la rabieta está comunicando a los adultos algo que con el lenguaje no sabe. Se le plantea un problema y sabe que gritando, llorando o tirándose al suelo, lo conseguirá en seguida.
Podemos optar por dos opciones, ceder a la petición o no. Si se cede se consigue que la rabieta se mantenga, ya que se estará reforzando la idea del niño de que es una buena forma de solucionar los problemas que se planteen. Por tanto:
– Mantener la calma, ser firmes y seguros en su actitud. Cuando ponga en marcha una rabieta nunca podrá conseguir lo que quiere.
– Si se prevé una rabieta, intentar distraer al niño y desviar su atención.
– El adulto tiene que demostrar que, como tal, sabe controlar sus emociones (recordemos que somos modelos para ellos).
– Enseñar otros comportamientos alternativos adecuados para su edad y la madurez alcanzada en ese momento, como por ejemplo, hacer peticiones de forma calmada y reforzarlo.
– Saber qué es lo que intenta decir el niño, qué es lo que quiere conseguir o para qué le sirve la rabieta.
– Cuando la rabieta se ha producido, ignorarla (extinción) y dejar que pase el chaparrón. Se puede coger al niño y alejarlo del estímulo que ha provocado la aparición de la rabieta.
– Si la rabieta se produce fuera de casa, intentar alejarle lo más posible del resto de gente, hasta que se tranquilice, no intentar razonar ni discutir y no prestar atención hasta que se haya tranquilizado.
– Si la rabieta se produce en casa, se le puede llevar al llamado “rincón de pensar”, éste debe ser un lugar libre de estímulos que puedan distraer a la niña, es decir, no puede haber nada, un sitio podía ser el pasillo, por ejemplo. Permanecerá allí, el tiempo correspondiente a cada edad, si tiene 2 años, 2 minutos, si vemos que no se ha tranquilizado, podemos dejarle algún rato más.
La psicología infantil se dedica a resolver los problemas de agresividad y rabietas infantiles con técnicas con evidencia comprobada, de la manera más rápida posible.
Con la ayuda de los padres, y puede que de los profesores en algunos casos, los resultados son rápidos y duraderos.
Nuestra forma de intervenir con las rabietas en niños consiste en:
Una de las principales preocupaciones de los padres sobre sus hijos es saber cómo conducir las conductas y poder hacer frente a problemas como la agresividad, la desobediencia, las rabietas, la rebeldía, …
En numerosas ocasiones, cuanto más intentan resolver estos problemas se encuentran con muy difíciles comportamientos por parte de sus hijos, llegando a tener sentimientos de indefensión e impotencia.
Aparte de esto es muy importante para los padres ayudar a sus hijos a mejorar algunas conductas que les causan dificultades, como el déficit de habilidades sociales o la falta de autocontrol pero, con frecuencia, realizan muchos intentos infructuosos hasta que recurren a ayuda profesional.
Es cierto que ser padres es una de las tareas más complejas a la que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida y, aunque por regla general los padres intentan hacerlo lo mejor posible, se trata de una ardua tarea que puede llegar a ser demasiado difícil
Nuestro centro de psicología infantil une las técnicas psicológicas más novedosas junto con tratamientos dirigidos a profundizar en los cambios neuronales provenientes de la neuromodulación.
Mapeo Cerebral (QEEG o Electroencefalografía cuantificada): medición del funcionamiento cerebral, un Electroencefalograma (qEEG), que es una medición totalmente objetiva de cómo funciona el cerebro, para ellos se colocan sensores en el cuero cabelludo que captan la actividad eléctrica del cerebro en sus diferentes partes, es indoloro y no invasivo.
Se entrega un informe personalizado de la actividad cerebral con imágenes de su actividad y con más de 40 páginas, con las referencias científicas encontradas relacionadas con su problemática y el tratamiento personalizado a seguir.
Tdcs: La Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS) es una técnica no invasiva de neuromodulación que aplica una corriente eléctrica de baja intensidad (generalmente entre 1–2 mA) sobre el cuero cabelludo para modificar la excitabilidad cortical.
Neurofeedback: se ponen sensores en el cuero cabelludo, que no son invasivos, ni producen electricidad, solo registran la actividad del cerebro, para enviarlas a un ordenador que procesa la información y proporciona una retroalimentación o «feedback» cuando la persona aprende a llegar a la actividad cerebral que queremos, consiguiendo así que la persona aprenda sobre su propia actividad neuronal, aprendiendo a regularse a si mismo por el entrenamiento.
Las rabietas son explosiones emocionales intensas, comunes en la infancia (especialmente entre los 18 meses y los 5 años), caracterizadas por llanto, gritos, pataleo o conductas desafiantes. Son una forma de expresión emocional cuando el niño aún no dispone de suficientes recursos para regular sus emociones o comunicar sus necesidades adecuadamente.
Las causas más frecuentes incluyen:
Frustración ante límites o normas
Deseo de autonomía (“yo solo”)
Cansancio, hambre o sobreestimulación
Dificultades en la comunicación verbal
Búsqueda de atención
Procesos evolutivos normales del desarrollo emocional
Aunque son normales en ciertas etapas, conviene consultar con un profesional si:
Son muy intensas o diarias
Persisten más allá de los 6-7 años
Hay agresividad hacia otros o hacia sí mismo
Se acompañan de otros síntomas: ansiedad, retraimiento, regresión
Entrevista con padres
Análisis del contexto (familia, colegio, rutina)
Observación del niño y pruebas si se requiere
Comprender las emociones del niño
Técnicas de disciplina positiva
Establecimiento de límites claros y coherentes
Refuerzo positivo y gestión del “tiempo fuera”
Entrenamiento en regulación emocional
Identificación y expresión de emociones
Técnicas de respiración y calma (mindfulness infantil)
Juego terapéutico para canalizar frustraciones
Si hay rabietas en el colegio, se colabora con docentes
Revisión del estilo educativo familiar
Disciplina positiva (Jane Nelsen)
Refuerzo positivo y economía de fichas
Técnica del semáforo emocional
Mindfulness y respiración diafragmática
Modelado y role-playing
Cuentoterapia para identificar emociones
Contrato de conducta en niños mayores
Anticiparse a situaciones problemáticas
Mantener la calma durante la rabieta
Validar emociones, no conductas destructivas
Evitar ceder ante chantajes emocionales
Fomentar rutinas estables
Ofrecer opciones limitadas para empoderar al niño
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia