¿Evitas coger el coche aunque lo necesites para tu trabajo o vida diaria?
¿Tu miedo a conducir está limitando tu independencia o tus relaciones personales?
Superar la fobia a conducir, no es cuestión de fuerza de voluntad, sino de contar con las herramientas adecuadas.
La ansiedad a conducir tiene solución con un tratamiento adecuado. Nosotros unimos los tratamientos más avanzados.
Podrás conducir y sentirte seguro sin ansiedad ni ataques de pánico
Empieza pidiendo ayuda y en pocas sesiones podrás empezar a coger el coche
Nuestro compromiso es utilizar las técnicas y terapias más avanzadas para ayudar a las personas con fobia a conducir (amaxofobia). Ofrecemos una terapia individual, adaptada a cada caso, con una alta efectividad comprobada por la investigación científica y la experiencia clínica.
La fobia a conducir no es un simple nerviosismo: puede limitar profundamente la vida diaria, afectando a la autonomía personal, la vida laboral o incluso las relaciones sociales. Muchas personas sienten un miedo intenso a perder el control, sufrir un accidente o quedarse bloqueadas al volante, lo que lleva a evitar conducir o vivirlo con un gran sufrimiento.
Si te han diagnosticado fobia a conducir, o si sospechas que puedes tener este problema, no tienes que afrontarlo en soledad. En IPSIA Psicología contamos con psicólogos especialistas en amaxofobia que pueden ayudarte a:
Reducir la ansiedad y el miedo al ponerte al volante.
Aprender estrategias para conducir con calma y seguridad.
Recuperar la confianza en ti mismo y en tus capacidades como conductor.
Afrontar trayectos cortos o largos sin evitarlos, disfrutando de mayor libertad e independencia.
70€ POR SESIÓN
Evaluación del problema y tratamiento con psicólogos expertos en fobia a conducir.
PRESENCIAL Y ONLINE
Sesiones individuales (o con algún familiar si es necesario).
Con las técnicas más eficaces como:
55 minutos por sesión.
La fobia a conducir (amaxofobia) no se presenta igual en todas las personas. Algunas sienten un miedo intenso al entrar en una autopista, otras al atravesar un túnel, al circular por rotondas, o incluso en trayectos cortos y cotidianos. Por eso, más que aplicar “un protocolo fijo”, en IPSIA Psicología diseñamos un plan de tratamiento personalizado que evoluciona contigo.
Somos psicólogos expertos en ansiedad y fobias específicas, y nuestro objetivo es ayudarte a recuperar la confianza, seguridad al volante y control de la ansiedad. Te acompañamos con técnicas avanzadas como:
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): reestructuración de pensamientos catastrofistas, entrenamiento en técnicas de relajación y exposición gradual a la conducción en condiciones seguras.
ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso): aprender a convivir con la incomodidad inicial y avanzar hacia una vida más libre y coherente con tus valores.
Mindfulness clínico: reducir la anticipación negativa y entrenar la atención plena para mantener la calma durante la conducción.
EMDR: útil cuando existen experiencias traumáticas previas (como un accidente o susto al volante) que mantienen el problema.
Hipnosis clínica: complemento eficaz para la reducción de la ansiedad y el refuerzo de la exposición, nunca como técnica aislada.
Neurofeedback y QEEG: entrenamiento de la autorregulación cerebral en casos de ansiedad muy intensa o resistente.
El tratamiento combina evidencia científica con experiencia clínica, adaptando las técnicas a tu ritmo y a tus necesidades para que vuelvas a conducir con seguridad y confianza.
En las primeras sesiones realizamos una evaluación clínica integral de tu historia personal, experiencias de conducción y nivel de ansiedad, devolviéndote la información de forma clara y comprensible.
Trabajamos para:
Identificar la gravedad de los síntomas, los desencadenantes (autopistas, túneles, rotondas, tráfico denso…) y los patrones de mantenimiento (evitación, anticipación negativa, hipervigilancia).
Diferenciar entre nervios al volante, fobia a conducir u otros trastornos de ansiedad (ataques de pánico, ansiedad generalizada, agorafobia).
Detectar posibles comorbilidades frecuentes: depresión, TEPT tras accidentes, abuso de alcohol u otras sustancias, ansiedad general.
Elaborar un mapa funcional: qué dispara el miedo, qué lo mantiene y qué lo agrava.
Acordar objetivos terapéuticos claros y medibles (ej.: conducir por autovía, volver a coger el coche a diario, atravesar un túnel con calma).
Diseñar, si es necesario, un plan inicial de afrontamiento para manejar situaciones de alta ansiedad (respiración, regulación fisiológica, técnicas de emergencia).
No aplicamos un protocolo rígido, sino un plan adaptado a tu caso y a cada fase del proceso. Según tu situación, combinamos herramientas de forma estratégica:
Exposición progresiva a la conducción, desde escenarios imaginados o virtuales hasta la práctica real en coche, comenzando por las situaciones más sencillas y avanzando a las más complejas.
Reestructuración de creencias negativas (“no voy a ser capaz”, “perderé el control”, “seguro que tengo un accidente”).
Entrenamiento en técnicas de seguridad y autorregulación al volante (respiración, relajación, biofeedback/neurofeedback).
Hipnosis clínica como apoyo para reducir la ansiedad anticipatoria y reforzar la confianza en la exposición.
Mindfulness para disminuir la anticipación del miedo y aumentar la concentración en la conducción presente.
Prevención de recaídas, proporcionándote herramientas para mantener los logros y afrontar nuevos retos de conducción a largo plazo.
Entrenar la aceptación de pensamientos y emociones (“puedo sentir miedo y aun así conducir”).
Acción guiada por valores: recuperar la autonomía y libertad que la fobia había limitado.
Reducir la evitación y avanzar hacia una vida más coherente con tus objetivos.
Reproducir de forma controlada las sensaciones físicas de la ansiedad (mareo, taquicardia, falta de aire).
Enseñar a tolerar y manejar esas sensaciones sin asociarlas a peligro.
Muy útil para quienes temen más a su reacción corporal que a la carretera en sí.
Se integra con TCC, hipnosis y mindfulness para consolidar el aprendizaje.
Aplicado cuando existen recuerdos traumáticos de accidentes o sustos de tráfico que mantienen el miedo.
Ayuda a desensibilizar recuerdos dolorosos vinculados a la conducción.
Integra esas experiencias en la memoria para reducir su impacto emocional.
El tratamiento de la fobia a conducir busca mucho más que reducir la ansiedad. El objetivo es que recuperes la libertad y la seguridad al volante para que tu vida diaria no esté limitada por el miedo.
Principales objetivos:
Reducir la ansiedad anticipatoria antes de ponerte al volante.
Disminuir los pensamientos catastróficos relacionados con accidentes o pérdida de control.
Reforzar la confianza en tus capacidades como conductor.
Afrontar de manera progresiva las situaciones de conducción que generan miedo (autopistas, túneles, rotondas…).
Entrenar técnicas de regulación emocional y fisiológica para mantener la calma durante la conducción.
Procesar experiencias traumáticas pasadas (accidentes o sustos de tráfico) que alimentan la fobia.
Recuperar la autonomía e independencia personal, pudiendo desplazarte sin depender de otros.
Prevenir recaídas, dotándote de herramientas para mantener los logros a largo plazo.
Nuestros centros de psicología:
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia
La fobia a conducir no es simplemente ponerse nervioso antes de coger el coche. Se trata de una reacción de ansiedad intensa que puede aparecer antes, durante o incluso al imaginar la conducción, y que interfiere de manera significativa en la vida diaria.
Síntomas físicos:
Palpitaciones o taquicardia.
Sudoración excesiva y manos húmedas al volante.
Sensación de mareo, náusea o falta de aire.
Tensión muscular y temblores.
Dificultad para concentrarse en la carretera.
Síntomas cognitivos (pensamientos):
Ideas catastróficas como “voy a perder el control”, “puedo tener un accidente”, “me voy a quedar bloqueado en medio de la carretera”.
Anticipación negativa incluso días antes de tener que conducir.
Pensamientos de incapacidad o baja confianza en uno mismo.
Síntomas conductuales:
Evitar por completo conducir.
Limitar los trayectos solo a distancias cortas o conocidas.
Buscar siempre que otra persona conduzca.
Dar rodeos innecesarios para evitar autopistas, túneles o rotondas.
La amaxofobia, conocida comúnmente como fobia a conducir, es un miedo intenso y persistente a ponerse al volante. No se trata de un simple nerviosismo: las personas que la padecen experimentan una ansiedad desproporcionada que puede aparecer incluso antes de conducir, al imaginar el trayecto o al enfrentarse a determinadas situaciones de tráfico.
Este miedo puede llevar a evitar la conducción por completo o a limitarla a trayectos muy cortos y controlados, lo que afecta a la autonomía personal, la vida laboral y las relaciones sociales.
La amaxofobia puede estar relacionada con:
Experiencias traumáticas previas (accidentes, sustos en carretera).
Factores de personalidad como la ansiedad generalizada.
Falta de práctica o largos periodos sin conducir.
Aprendizajes negativos (historias de accidentes, mensajes de peligro en la infancia).
Se estima que entre un 6 % y un 20 % de las personas pueden presentar algún grado de miedo a conducir, aunque muchas no lo consultan por vergüenza o desconocimiento.
Lo positivo es que sí tiene tratamiento eficaz, combinando técnicas psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, exposición gradual, hipnosis clínica y otras herramientas para recuperar la confianza y la libertad al volante.
La fobia a conducir sí puede superarse con tratamiento psicológico especializado. No es lo mismo que estar un poco nervioso: se trata de un miedo intenso y persistente que limita la vida cotidiana. Con terapia adecuada, la gran mayoría de personas recupera la confianza al volante.
Los síntomas incluyen ansiedad anticipatoria (solo de pensar en conducir), síntomas físicos como palpitaciones o mareos, pensamientos catastróficos y conductas de evitación (no conducir, dar rodeos, depender de otros). Sus consecuencias principales son la pérdida de autonomía y el impacto en la vida laboral, social y familiar.
La terapia más eficaz es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) con exposición gradual, combinada con técnicas como hipnosis clínica, ACT, mindfulness o neurofeedback. La medicación no suele ser necesaria, salvo en casos de ansiedad generalizada u otras comorbilidades, y siempre bajo criterio médico.
Cada caso es distinto, pero muchas personas empiezan a notar mejoras en pocas semanas. El proceso completo puede durar de 2 a 4 meses, dependiendo de la intensidad de los síntomas, la frecuencia de las sesiones y la práctica fuera de consulta.
La familia o acompañantes pueden ser un apoyo importante en fases de exposición práctica (por ejemplo, al acompañar al paciente en trayectos). También ayudan a reforzar la confianza y a no fomentar la evitación.
Sí. La terapia online es muy útil para trabajar estrategias cognitivas, hipnosis, mindfulness y regulación de la ansiedad. Posteriormente, la exposición real a la conducción se planifica de manera progresiva, a veces con apoyo presencial.
El problema tiende a cronificarse y extenderse. La persona cada vez evita más situaciones, lo que aumenta la inseguridad, la dependencia de otros y la frustración personal.
Porque ofrecemos terapia basada en la evidencia científica, psicólogos especializados en ansiedad social y un abordaje integral (psicoterapia, mindfulness, neurofeedback, apoyo psiquiátrico si es necesario). Esto aumenta las probabilidades de una recuperación más completa y duradera.
No necesariamente. Aunque muchas personas desarrollan la fobia tras un accidente o susto, también puede aparecer por ansiedad generalizada, experiencias indirectas (familiares, noticias), falta de práctica o miedo anticipatorio.
Sí. En IPSIA Psicología puedes elegir con qué profesional quieres trabajar. Nuestro equipo está formado por psicólogos expertos en problemas de ansiedad y todos ellos aplican tratamientos de eficacia demostrada.
También ofrecemos la posibilidad de cambiar de terapeuta si lo necesitas, sin coste para la primera sesión. Lo importante es que te sientas comprendido y acompañado por alguien con quien conectes y confíes.
No. Primero se trabaja la ansiedad anticipatoria, los pensamientos y la autorregulación emocional. La exposición al volante se realiza de forma progresiva y planificada, cuando la persona se siente preparada, con recursos y técnicas para disminuir la ansiedad.
Nuestros centros de psicología:
C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia
El tratamiento de la amaxofobia o fobia a conducir suele comenzar con psicoterapia, no con medicación. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) combinada con exposición gradual, técnicas de regulación fisiológica, hipnosis clínica o mindfulness es el enfoque más eficaz y avalado por la investigación científica.
La medicación solo se valora en casos puntuales, por ejemplo, cuando hay una ansiedad generalizada o depresión asociada, y siempre bajo supervisión médica. En la mayoría de los casos, la psicoterapia por sí sola permite recuperar la seguridad al volante y mantener los resultados a largo plazo.
Sí. En nuestro centro puedes elegir con qué profesional quieres trabajar.
Sabemos que la confianza es muy importante en este proceso, por lo que si sientes que el psicólogo no te está ayudando o no confías lo suficiente en él o ella, nosotros te invitamos a una sesión con otro psicólogo para que lo conozcas y veas otras opciones.
Deberías considerar buscar ayuda profesional si el miedo a conducir interfiere en tu vida cotidiana o te impide realizar actividades normales, como ir al trabajo, viajar o visitar a familiares.
Algunas señales claras de que puedes necesitar tratamiento son:
Sientes ansiedad intensa o ataques de pánico solo con pensar en conducir.
Evitas autopistas, túneles o rotondas, incluso si eso complica mucho tus trayectos.
Has dejado de conducir o lo haces solo en distancias muy cortas.
Dependes de que otras personas conduzcan por ti.
Experimentas síntomas físicos como palpitaciones, mareos o sudoración al volante.
Llevas tiempo sin mejorar, aunque hayas intentado afrontarlo por tu cuenta.
La amaxofobia tiene tratamiento eficaz, y cuanto antes se intervenga, más rápido y estable suele ser el progreso. En IPSIA Psicología te ayudamos a recuperar la seguridad y la libertad al volante con un plan adaptado a ti.
Normalmente se trabaja con una sesión semanal al inicio. Más adelante, según la evolución, se pueden espaciar cada dos semanas o hacer sesiones de seguimiento una vez al mes o cada dos meses.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y exposición
Taylor, J. E., Deane, F. P., & Podd, J. V. (2002). Driving fear and driving skills: Comparison between fearful and control samples using standardised on-road assessment. Behaviour Research and Therapy, 40(12), 1357–1372. https://doi.org/10.1016/S0005-7967(02)00004-8
→ Estudio clásico que muestra que las personas con miedo a conducir presentan evitación y pensamientos catastróficos, y que la exposición graduada y reestructuración cognitiva son eficaces.
Taylor, J. E., & Deane, F. P. (2000). Acquisition and severity of driving-related fears. Behaviour Research and Therapy, 38(10), 1009–1019.
→ Identifica los factores de aprendizaje y mantenimiento del miedo a conducir y sugiere que los programas de exposición progresiva reducen la ansiedad significativamente.
Marks, I. M. (1987). Fears, phobias, and rituals: Panic, anxiety, and their disorders. Oxford University Press.
→ Obra de referencia sobre fobias específicas: la exposición sistemática y la desensibilización son las técnicas más eficaces, aplicables directamente a la amaxofobia.
Hipnosis clínica como complemento terapéutico
Kirsch, I., Montgomery, G., & Sapirstein, G. (1995). Hypnosis as an adjunct to cognitive-behavioral psychotherapy: A meta-analysis. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 63(2), 214–220.
→ Meta-análisis que demuestra que combinar hipnosis con TCC mejora los resultados en trastornos de ansiedad y fobias específicas.
Barabasz, A. F., & Perez, N. A. (2007). Hypnosis in the treatment of anxiety- and trauma-related disorders. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 55(3), 289–300.
→ Revisión sobre la eficacia de la hipnosis clínica en el tratamiento de fobias y ansiedad postraumática, incluyendo miedos derivados de accidentes.
Mindfulness y ACT
Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2012). Acceptance and Commitment Therapy: The process and practice of mindful change (2nd ed.). Guilford Press.
→ Manual de referencia sobre la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), útil para el tratamiento de la ansiedad anticipatoria y la evitación en la amaxofobia.
Khoury, B., Lecomte, T., Fortin, G., et al. (2013). Mindfulness-based therapy: A comprehensive meta-analysis. Clinical Psychology Review, 33(6), 763–771.
→ Meta-análisis que muestra que las terapias basadas en mindfulness reducen de forma significativa la ansiedad y el miedo anticipatorio, componentes centrales de la fobia a conducir.
EMDR y experiencias traumáticas en conducción
De Jongh, A., & Ten Broeke, E. (1998). Treatment of specific phobias with eye movement desensitization and reprocessing (EMDR): Protocol, empirical status, and conceptual issues. Journal of Anxiety Disorders, 12(5), 493–507.
→ EMDR ha demostrado eficacia en fobias específicas derivadas de eventos traumáticos, como accidentes de tráfico.
Faretta, E. (2012). EMDR and cognitive behavioral therapy in the treatment of panic disorder: A comparison. Journal of EMDR Practice and Research, 6(3), 121–133.
→ Muestra cómo EMDR y TCC pueden ser igualmente eficaces para reducir la ansiedad y los síntomas físicos, relevantes para la amaxofobia con componente de pánico.
Neurofeedback y autorregulación fisiológica
Hammond, D. C. (2005). Neurofeedback with anxiety and affective disorders. Child and Adolescent Psychiatric Clinics, 14(1), 105–123.
→ Revisión que respalda el uso del neurofeedback para reducir la activación fisiológica y la hipervigilancia asociadas a la ansiedad al volante.
Guías clínicas y revisiones generales sobre fobias específicas
American Psychiatric Association. (2022). Clinical practice guideline for the treatment of anxiety disorders. APA Publishing.
→ Reafirma la TCC con exposición como tratamiento de primera elección en fobias específicas, incluyendo la fobia a conducir.
National Institute for Health and Care Excellence (NICE). (2020). Anxiety disorders: Treatment guidelines. NICE Clinical Guidelines.
→ Recomienda la exposición gradual y técnicas de relajación como estrategias principales para superar la fobia a conducir.
“Tuve un accidente leve y desde entonces no podía ni acercarme al coche. Solo pensar en cogerlo me hacía temblar. En IPSIA empezamos con ejercicios de relajación, hipnosis y exposición progresiva. Poco a poco fui perdiendo el miedo. Hoy conduzco a diario para ir al trabajo, incluso por la M-30. Me siento libre otra vez.”
Marta, 42 años volvió a conducir tras 10 años sin coger el coche“Durante años evité conducir por autopista, siempre buscaba rutas secundarias o pedía que me llevaran. Pensé que nunca volvería a hacerlo. Con terapia cognitivo-conductual, neurofeedback y mindfulness aprendí a controlar la ansiedad. Ahora hago viajes largos solo, incluso con tráfico intenso. Volver a confiar en mí ha sido lo mejor del proceso.”
David, 45 años “Pasé de depender de mi pareja para todo a hacer viajes solo.”“Me bloqueaba en túneles y rotondas. Sentía que me iba a desmayar. En terapia trabajamos la exposición con hipnosis clínica y visualización, además de técnicas de respiración. Después de unas semanas empecé a conducir de nuevo con seguridad. Ya puedo visitar a mis padres sin depender del tren ni de nadie.”
Laura, 29 años “La hipnosis me ayudó a imaginarme conduciendo con calma.”“Durante años pensé que era flojera o manía. Pero en realidad era ansiedad. En IPSIA me explicaron qué es la amaxofobia y cómo el cuerpo reacciona con miedo automático. Con EMDR y exposición real en coche logré controlar los nervios. Hoy conduzco sin miedo, incluso de noche. Siento que he recuperado una parte de mi vida.”
José, 52 años “El miedo desapareció cuando entendí lo que me pasaba.”“Tuve un accidente en autopista y no volví a tocar el coche en tres años. Con el tratamiento combinamos EMDR, TCC y exposición progresiva. Al principio solo podía sentarme en el coche apagado; ahora conduzco por carretera y hasta hago escapadas los fines de semana. Es increíble lo que cambia cuando dejas de vivir con miedo.”
Ana, 41 años “Después de un accidente, volví a conducir sin miedo.”C/ Gran Vía 59, 7º centro
Metro: Plaza de España, Santo Domingo, Callao
C/ Paseo Eduardo Dato 13, Madrid
Metro: Rubén Darío, Iglesia