El dolor crónico es una situación complicada que influye en millones de personas a nivel global. A diferencia del dolor agudo, que es una reacción rápida y temporal ante una lesión o enfermedad, el dolor crónico se mantiene por meses o incluso años, impactando de forma significativa la calidad de vida del individuo. En el campo de la psicología, se ha investigado el uso del neurofeedback como una herramienta interesante para tratar el dolor crónico.
Este artículo analiza cómo el neurofeedback puede ser utilizado en ambientes clínicos para mitigar el dolor crónico y mejorar el bienestar mental del individuo.
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¿Qué es el Neurofeedback?
El neurofeedback es un método que se basa en la capacidad del cerebro para cambiar, permitiendo que la persona aprenda a regular su actividad cerebral al recibir información en tiempo real sobre sus ondas cerebrales. Utilizando dispositivos de electroencefalografía (EEG), los pacientes pueden visualizar su actividad cerebral y aprender a alterarla mediante ejercicios y técnicas concretas.
Esta técnica se fundamenta en la idea de que es posible entrenar el cerebro para lograr un funcionamiento más eficaz, disminuyendo la activación de ciertas frecuencias de ondas cerebrales relacionadas con el dolor crónico.
Neurofeedback y el Dolor Crónico
El dolor crónico a menudo se relaciona con patrones inadecuados de actividad cerebral, incluyendo un exceso de ondas beta altas y una falta de ondas alfa y theta. Estos patrones pueden mantener la sensación de dolor y dejar al paciente en un estado de alta alerta. El neurofeedback se dedica a reentrenar estas ondas cerebrales, ayudando al paciente a disminuir la percepción del dolor al modificar la actividad neuronal.
Investigaciones científicas han mostrado que el neurofeedback puede ser efectivo para tratar el dolor crónico en trastornos como la fibromialgia, el dolor neuropático y el dolor lumbar crónico. Por ejemplo, un estudio en el Journal of Pain Research reveló que los pacientes que recibieron sesiones de neurofeedback enfocadas en aumentar las ondas alfa y disminuir las ondas beta altas experimentaron una notable reducción en la intensidad del dolor y una mejora en su calidad de vida.
Protocolo de Neurofeedback para Dolor Crónico
En situaciones de dolor crónico, los protocolos de neurofeedback suelen enfocarse en incrementar la actividad alfa en áreas como Cz, Pz y C4, al tiempo que se disminuye la actividad beta alta en zonas como Fz y Cz. Estos protocolos intentan inducir un estado de relajación profunda y disminuir los niveles de alta alerta relacionados con el dolor crónico.
Un protocolo habitual podría incluir:
Aumento de ondas alfa (8-12 Hz) en Cz, Pz y C4.
Disminución de ondas beta altas (20-30 Hz) en Fz y Cz.
Entrenamiento en ondas theta (4-7 Hz) para fomentar un estado de relajación.
Beneficios Psicológicos del Neurofeedback en el Dolor Crónico
Aparte de sus efectos en la percepción del dolor, el neurofeedback puede beneficiar la salud mental del paciente. Aquellos que sufren de dolor crónico suelen experimentar síntomas como ansiedad, depresión y cansancio extremo. La regulación de las ondas alfa y theta ha demostrado ser útil para disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo general.Un estudio en Clinical EEG and Neuroscience encontró una reducción importante en los síntomas de depresión en pacientes con dolor crónico después de varias sesiones de neurofeedback.

Aplicación Clínica del Neurofeedback
Para poner en práctica un protocolo de neurofeedback en un centro de psicología, es esencial llevar a cabo una evaluación inicial exhaustiva del paciente, que incluya un mapeo cerebral (QEEG) para reconocer los patrones disfuncionales específicos. Luego, se creará un protocolo personalizado que atienda las necesidades del paciente y se establecerán objetivos terapéuticos precisos.
Cada sesión de neurofeedback tiene una duración de 30 a 60 minutos y se aconseja realizar al menos de 10 a 20 sesiones para ver cambios notables en la percepción del dolor. Es crucial que el terapeuta realice un seguimiento continuo y ajuste el protocolo según los avances del paciente.
Conclusiones
El neurofeedback se presenta como una opción no invasiva, apoyada por la neurociencia, para tratar el dolor crónico en un enfoque psicológico. Al volver a entrenar los patrones cerebrales disfuncionales, esta técnica no solo alivia la percepción del dolor, sino que también enriquece el bienestar mental del paciente. Incorporar el neurofeedback en un centro de psicología puede ser una táctica efectiva para tratar el dolor crónico desde una perspectiva holística y centrada en el paciente.
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