El chantaje emocional

<strong>El chantaje emocional</strong>
Maltrato

El chantaje emocional y otras formas de manipulación psicológica pueden ser muy habituales en las relaciones de pareja, pero también entre amigos y familiares. El chantajista emocional actúa de acuerdo con sus intereses, y culpabiliza, incomoda y origina el miedo a la víctima del chantaje.

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Este fenómeno produce un efecto de círculo vicioso fundamentado en el sentimiento de culpa del cual es complicado salir; y es por eso que conviene detectar este tipo de situaciones en sus primeras etapas cuando la víctima aún tiene bastante margen de maniobra

¿A qué llamamos el chantaje emocional?

Lo podemos definir como una táctica de manipulación psicológica que consiste en generar en la víctima un sentimiento de culpa, infundado con tal de que se pliegue a los deseos de la persona que la ejerce, al llevarle a asumir que está en su mano no empeorar la situación.

El chantaje emocional es una poderosa arma de manipulación, con la cual gente cercana a nosotros nos amenaza para castigarnos si no consiguen lo que quieren.

Causas del chantaje emocional

Las causas que llevan a una persona a ser un chantajista son muchas, como la autoestima baja, que origina que un individuo esté constantemente buscando la confirmación del amor de su pareja y provocando demostraciones de que la otra persona no le dejará.

Las personas narcisistas y con Trastorno Límite de Personalidad pueden llevar a cabo un chantaje emocional constante con sus familiares, amigos y pareja. Es una manera de reafirmar y consolidar su personalidad.

El miedo al abandono de la víctima, también favorece que el chantajista intente adoptar una posición de poder sobre ésta, en una situación que puede asemejarse bastante a la dependencia emocional. Por otro lado, las personas que han sido víctimas del chantaje emocional desde edades tempranas, o los que han sido y sobreprotegidos, son más propensos a adoptar una personalidad manipuladora. Estos últimos poseen una baja tolerancia a la frustración y se han acostumbrado a tener todo lo que quieren. Algo que puede afectar a sus relaciones interpersonales.

-Tácticas del chantajista sentimental

El chantajista sentimental puede utilizar diferentes estrategias para conseguir su objetivo. A través del poder que sabe que tiene sobre la otra persona, el chantajista se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima.

Para ello, éste puede emplear estrategias psicológicas como las siguientes:

-El autocastigo

El chantajista utiliza frases como “si tú me dejas, no vale la pena seguir vivo”. De esta manera hace que la víctima se sienta culpable y obligada permanentemente a permanecer a su lado.

-El castigo

La persona que chantajea usa frases amenazantes como: “si haces eso, no me culpes si te dejo”. Así consigue que la otra persona se sienta atada a unos patrones de conducta «correctos», con lo cual confirma su libertad y su personalidad.

Pero es una de las formas de chantaje emocional menos sutiles, y por eso mismo no es tan peligrosa como el resto, dado que desde el principio queda relativamente claro lo que ocurre. Una persona muy maltratada puede no ser consciente de que esto son amenazas, debido a su inversión emocional en la relación.

-El silencio

El chantajista emocional crea un ambiente de pareja negativo, puede mostrar su enfado a través del silencio. Esto hace que la víctima piense que la situación de “mal clima” es culpa suya. Es otra manera de hacer sentir culpable a la víctima del chantaje.

-El victimismo

El chantaje emocional incluye el victimismo. Por ejemplo si ella quiere irse con sus amigas, él la puede contestar que se sentirá solo y aburrido.

-Las promesas

Los chantajistas son expertos en hacer promesas que nunca cumplen, como dar nuevas oportunidades porque va a cambiar. Este tipo de conducta puede ser una señal de alarma, puesto que es uno de los comportamientos típicos en los ciclos de violencia de pareja.

-La culpa

Hacer sentir culpable a la pareja por su comportamiento incorrecto es una de las estrategias más utilizadas. Esta es otra señal que nos puede alertar de que puede estar produciéndose una situación de maltrato psicológico.

Cómo protegerse de un chantajista emocional

En muchas ocasiones no es fácil aceptar que una persona está siendo chantajeada. El precio emocional que produce el chantaje sentimental es muy alto.

El chantajista es una persona hábil que sabe cómo manipular y, a menudo, puede parecer que está muy enamorado de su pareja, pero las consecuencias en el bienestar de la víctima pueden ser muy negativas. Además, el chantajista no es necesariamente una mala persona mala, puede ser su inestabilidad emocional la que le lleve a actuar de esa forma. Por lo que hay que ser conscientes de que cada situación es distinta y valorarla con calma y serenidad, pero también con firmeza si hay que tomar alguna decisión.

Es necesario saber que, ya que en el chantaje emocional existen dos actores, la persona chantajeada puede trabajar en sí misma para dejar de ser víctima de la manipulación emocional. Trabajar la Inteligencia emocional, la autoestima o practicar Mindfulness, son algunas de las herramientas que pueden ser muy útiles ante esta situación y van a ayudar a la víctima a empoderarse frente a la vida.

Mujer sufriendo

-Casos graves de chantaje emocional

En casos graves de chantaje emocional, es posible que la persona afectada necesite ayuda psicológica para superar la situación y recuperarse de las heridas emocionales originadas.

Hablar con familiares y amigos, y acudir a un especialista de la psicología, son vitales para recuperar el bienestar emocional de la persona que ha sufrido el chantaje emocional durante largo tiempo.

Conclusiones

El chantaje emocional es una forma de control que recurre a la culpa, el miedo o la obligación. La finalidad es lograr que otra persona actúe de acuerdo a unos intereses que van en favor de quien hace el chantaje.

Es una forma de manipular la voluntad ajena que se basa en producir sentimientos negativos de los que la persona chantajeada no parece poder salir, salvo que haga aquello que quiere el “chantajista”.