Tratamiento para problemas de convivencia con terapia de pareja
Centro de Psicología especializado en Terapia de pareja
¿Qué son los problemas de convivencia en la pareja?
Los problemas de convivencia en la pareja son una parte obligatoria de toda relación sentimental. La vida en común de dos personas hace que forzosamente surjan fricciones en la rutina del día a día. Los patrones más elementales de una persona pueden no coincidir con las de su pareja, lo que produce desacuerdos. Temas como el reparto de tareas, la limpieza del hogar, horarios, etc., pueden terminar por convertirse en asuntos complicados.
Para que una relación de pareja se desarrolle de una manera adecuada, las dos partes deben entender la necesidad de adaptarse mutuamente. Cualquier posición inflexible terminará haciendo que la otra parte acabe resintiéndose, tanto si cede como si no. La capacidad de negociar y de asumir compromisos es imprescindible para garantizar una vida en común plena.
Los problemas de convivencia en la pareja puede que no se solucionen, pero sí pueden ser sobrellevados. Lo incoherente es llegar a pensar en evitar la aparición de discrepancias, pero lo lógico es aprender a gestionarlas.
Es verdad que, al comienzo de una relación, mostramos a la otra persona nuestra mejor cara. Pero en el momento en que comenzamos a convivir, todo cambia; a partir de ese momento nuestra pareja puede ver realmente nuestro auténtico carácter. Mostramos la personalidad al completo, incluso en aquellos aspectos más íntimos de los que no nos sentimos orgullosos. Canalizar estas situaciones requiere de gran madurez, tolerancia y flexibilidad por las dos partes.
En el centro de Ipsia Psicología, contamos con psicólogos expertos en terapia de pareja, que te ayudarán en lo que precises.
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Psicólogos expertos en terapia de pareja
Tratamiento de los problemas de convivencia en la terapia de pareja
En nuestro centro de psicología, tenemos expertos en terapia de pareja, con experiencia con miles de parejas en casos con problemas convivencia que han conseguido mantener sus relaciones e incluso mejorarlas.
Con la terapia de pareja que realizamos, conseguimos que la pareja pueda conseguir el compromiso y que puedan satisfacer cada uno las necesidades del otro y las suyas propias trabajando con las técnicas adecuadas se producen cambios en el manejo de pensamientos, emociones y conductas, con la consiguiente mejora de la pareja
Se tiene en cuenta todos los aspectos de la persona en su pasado, presente y futuro, ya que hay evidencias de que muchos posibles problemas de pareja se generaron por problemas del pasado.
Para ello utilizamos técnicas dependiendo del caso.
La terapia de pareja tiene el objetivo de ayudar a:
– conseguir el objetivo de tener una vida de pareja satisfactoria y mejorar la comunicación
– entender qué nos ha pasado en nuestra vida, qué tiene que ver con nuestros síntomas
– entender el análisis funcional de la conducta para aprender a manejar lo que hasta ahora es un problema de pareja.
– entender desde la propia experiencia y gestionar los pensamientos y emociones que nos producen problemas. Enseñamos técnicas desde le primer día para disminuir el malestar.
– nos dará herramientas para hacer frente a las situaciones y poder establecer conversaciones funcionales con la pareja
– si es necesario, utilizaremos técnicas para cambiar los miedos o problemas que se produjeron en el pasado y que afectan a la pareja actual
Técnicas en una terapia de pareja:
Utilizamos las técnicas con más evidencia en terapia de pareja, según los objetivos que se busquen en cada pareja
- Terapia Integral de Pareja
- Solución de conflictos
- Habilidades de comunicación en la pareja
- EMDR
- Terapia de Aceptación y Compromiso
- Mindfulness
- Técnicas cognitivo-conductuales
- Hipnosis
- Regresión
- Psicoterapia breve
Expertos en terapia de pareja y problemas de infidelidad
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Terapia de pareja en Madrid
¿Qué causas hay de los problemas de convivencia?
En una relación, no se puede culpar al otro de que la pareja no funcione. Cada uno es totalmente responsable de que la relación prospere y todas las relaciones conllevan desavenencias.
Las causas que pueden dar lugar a problemas de convivencia en la pareja son muy distintas; podemos identificar una serie de elementos subyacentes que comúnmente se producen en las relaciones difíciles.
Se trata no tanto de factores que desencadenen, sino más bien de ingredientes de fondo. Este tipo de circunstancias ponen la base para que los conflictos y enfrentamientos se reproduzcan y perpetúen en el tiempo.
Componentes subyacentes a los problemas de convivencia en la pareja
-Inmadurez: sucede cuando la pareja no sabe canalizar conflictos de forma adecuada. Esto da lugar a que cualquier pequeña desavenencia, por una tontería que sea, termine por generar problemas recurrentes. Esta inmadurez supone la falta de aptitudes básicas para el desarrollo de una relación, como la tolerancia o la empatía.
-Desigualdad: otra de las causas más comunes se origina cuando la relación no está en equilibrio. Esto suele notarse en temas aparentemente irrelevantes, como, por ejemplo, el reparto de tareas; pero estos detalles suelen esconder factores mucho más importantes, como el equilibrio de poder en la relación.
Falta de compromiso: la relación de pareja es posiblemente una de las facetas más agotadoras y complejas de la vida. Es verdad que la pareja es una fuente de apoyo e inspiración, pero también lo es de frustración y conflicto. Es imprescindible contar con un fuerte compromiso para hacer que la relación funcione.
-Problemas de intimidad de la pareja: debemos destacar que intimidad no es solo sexualidad. La intimidad implica otros aspectos, como la complicidad, la confianza o el conocimiento de los deseos y necesidades del otro.
Cuando la intimidad de la relación está comprometida, es muy probable que se produzcan problemas de convivencia en la pareja.
¿Cómo saber que los problemas de convivencia son un problema en la relación?
Aunque es cierto que todas las relaciones tienen dificultades, puede llegar un momento en que estos sean alarmantes. Esto sucede cuando los problemas de convivencia en la pareja se vuelven demasiado recurrentes o intensos. Cuando ocurra esto, es mejor buscar ayuda por parte de un profesional.
¿Cuáles son las señales de alarma?
-El deseo o las relaciones sexuales han desaparecido. Como consecuencia del distanciamiento emocional, la sexualidad de la pareja se ha visto deteriorada.
Ya que el aspecto sexual es de gran importancia en las relaciones sentimentales, una disfunción en este sentido suele ser de gravedad y anticipa un distanciamiento incluso mayor en otros ámbitos. Por lo que se puede confirmar que la sexualidad es un buen indicativo de que una pareja funciona de manera adecuada; si bien esto no es un valor absoluto, sí que se trata de un componente al que prestar atención.
-La comunicación se ha roto. Esto no se produce solo si la pareja ha dejado de hablarse. Se puede hablar sobre el día a día, de las actividades cotidianas, pero sin llegar a abrirse nunca a la otra persona, sin compartir los sentimientos o preocupaciones que nos afectan.
La comunicación va más allá de mantener un diálogo. Consiste en compartir con la otra persona cuestiones tales como los retos individuales, las aspiraciones o los miedos.
-Falta de complicidad. La complicidad es la expresión propia del cariño y del afecto; cuando ha desaparecido de la relación, el distanciamiento emocional es más grave de lo que pensamos. Una pareja sin intimidad se convierte en algo totalmente distinto.
-Intereses y prioridades diferentes. Seguramente porque no se persiguen las mismas finalidades o porque se tienen diferentes intereses. Se deja de tener una meta compartida, que es uno de los elementos que más unen a una pareja. Por ello, los planes de futuro dejan de tener sentido.
¿Qué tipos de problemas de convivencia existen?
Mantener una relación estable con una pareja no es tarea fácil, requiere de tiempo, compromiso y dedicación. El número de motivos por los que pueden surgir conflictos es ilimitado. Pero algunos de los desencadenantes de problemas de convivencia en la pareja se repiten de forma frecuente.
Tipos frecuentes de problemas de convivencia en la pareja
-Cariño. Aunque estemos seguros de que nuestra pareja sabe que la queremos, es de vital importancia expresarlo y hacérselo saber.
-Amistades. La pareja puede tener relaciones con personas que no son de nuestro agrado, y es necesario respetarlo.
-Orden. La manera en que organizamos nuestras cosas es muy subjetiva, siendo fuente de conflicto.
-Independencia. El espacio de cada miembro de la pareja y el respeto a su autonomía es totalmente imprescindible en cualquier relación sana.
-Sexualidad. Aunque es cierto que las relaciones sexuales no garantizan por sí mismas que una pareja funcione, su ausencia muchas veces precede una ruptura.
-Dedicación. Conseguir que la pareja funcione requiere de una importante inversión de tiempo y ganas.
-Tareas. El reparto de responsabilidades debe ser equitativo.
-Ocio. Qué hacer en el tiempo de ocio puede ser motivo de conflicto si no se comparte unos mismos intereses. Por lo que se debería establecer un consenso al respecto.
-Economía. El uso del dinero de la pareja suele ser un tema de conflicto, por lo que es positivo dejar claras las normas a seguir.
-Incompatibilidad. Cada persona es distinta, y siempre existen intereses contrapuestos que es necesario compatibilizar.
-Decoración. Al igual que la personalidad individual, cada persona tiene su estilo propio. Sin acuerdo previo, es complicado decorar un espacio común.
-Rutina. Caer en la monotonía del día a día puede terminar por desencantar a nuestra pareja, para lo que habrá que evitar instalarse en una zona de confort.
-Intromisión. Los problemas debe resolverlos la propia pareja; una cosa es dejarse aconsejar y otra dejar que terceras personas intervengan en la relación.
-Costumbres. Algunos hábitos pueden resultarnos intolerables, pero forman parte de la personalidad de nuestra pareja.
¿Pueden mejorar los problemas de convivencia?
Los problemas de convivencia en la pareja van incrementándose de manera gradual hasta que llegan a ser casi irresolubles. Por esto, es fundamental empezar a trabajar sobre ellos tan pronto como se empiecen a producir. Un primer paso es hacernos conscientes de que ambas partes de la pareja están del mismo lado.
Así, nos haremos conscientes de que los conflictos no surgen por el deseo de fastidiar al otro.
La relación sentimental no es una competición, ni esta puede funcionar al margen de la otra persona. Esto nos lleva a comprender la necesidad de actuar de manera tolerante y flexible; solo mediante escuchar, negociar y aceptar se pueden compatibilizar las aspiraciones de ambos miembros de la pareja.
En casos en que la dinámica de pareja esté ya muy viciada, puede ser de utilidad acudir a un experto que nos asesore sobre cómo mejorar nuestra relación. Mediante la terapia de pareja, un psicólogo especializado podrá ayudarnos a romper el círculo vicioso de discusiones y conflictos, dotándonos de herramientas que podamos usar cotidianamente para gestionar adecuadamente la vida en pareja.
En este proceso, el psicólogo nos ayudará a identificar el problema real que ha derivado en un deterioro de la relación, nos enseñará a manejar nuestras emociones y a cambiar nuestras conductas, permitiéndonos saber cómo evitar muchas de estas desavenencias antes de que aparezcan o se agraven.
¿Por qué elegir nuestra terapia de pareja?
Nuestros psicólogos han ayudado a miles de parejas que han pasado por diferentes problemas de convivencia en la pareja de una forma integradora y personalizada.
El problema, dependiendo del caso , se tratará de forma individual, en pareja o combinado, esto es a veces individual y a veces en pareja, según decida el psicólogo.
¿Es mejor la terapia psicológica individual o terapia de pareja?
Es mejor empezar por una terapia de pareja, para que se establezcan unos objetivos y un trabajo de pareja. Es muy común que uno de los individuos de la pareja tenga un problema concreto individual que trabajar, y lo que se suele hacer es tener sesiones de psicología individualizada para mejorar el problema y poder volver al trabajo con la pareja.
En nuestro centro de psicólogos luego utilizamos las técnicas que han mostrado mejores resultados, como la hipnosis, EMDR o Mindfulness. Con nuestro tratamiento psicológico conseguimos desde el inicio que la persona en primer lugar entienda lo que le sucede y que empiece a manejar sus emociones y pensamientos, que le llevan a no tener una relación funcional y feliz
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- C/ Gran Vía 59, 7º Centro, Madrid.
- info@ipsiapsicologia.com
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Hipnosis, EMDR, Terapia Cognitivo Conductual, Mindfulness, EFT, Terapia de Aceptación y Compromiso
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¿Existen diferentes tipos de problemas de convivencia en la pareja?
Mantener una relación estable con una pareja no es tarea fácil, requiere de tiempo, compromiso y dedicación. El número de motivos por los que pueden surgir conflictos es ilimitado. Pero algunos de los desencadenantes de problemas de convivencia en la pareja se repiten de forma frecuente.
Tipos frecuentes de problemas de convivencia en la pareja
-Cariño. Aunque estemos seguros de que nuestra pareja sabe que la queremos, es de vital importancia expresarlo y hacérselo saber.
-Amistades. La pareja puede tener relaciones con personas que no son de nuestro agrado, y es necesario respetarlo.
-Orden. La manera en que organizamos nuestras cosas es muy subjetiva, siendo fuente de conflicto.
-Independencia. El espacio de cada miembro de la pareja y el respeto a su autonomía es totalmente imprescindible en cualquier relación sana.
-Sexualidad. Aunque es cierto que las relaciones sexuales no garantizan por sí mismas que una pareja funcione, su ausencia muchas veces precede una ruptura.
-Dedicación. Conseguir que la pareja funcione requiere de una importante inversión de tiempo y ganas.
-Tareas. El reparto de responsabilidades debe ser equitativo.
-Ocio. Qué hacer en el tiempo de ocio puede ser motivo de conflicto si no se comparte unos mismos intereses. Por lo que se debería establecer un consenso al respecto.
-Economía. El uso del dinero de la pareja suele ser un tema de conflicto, por lo que es positivo dejar claras las normas a seguir.
-Incompatibilidad. Cada persona es distinta, y siempre existen intereses contrapuestos que es necesario compatibilizar.
-Decoración. Al igual que la personalidad individual, cada persona tiene su estilo propio. Sin acuerdo previo, es complicado decorar un espacio común.
-Rutina. Caer en la monotonía del día a día puede terminar por desencantar a nuestra pareja, para lo que habrá que evitar instalarse en una zona de confort.
-Intromisión. Los problemas debe resolverlos la propia pareja; una cosa es dejarse aconsejar y otra dejar que terceras personas intervengan en la relación.
-Costumbres. Algunos hábitos pueden resultarnos intolerables, pero forman parte de la personalidad de nuestra pareja.
¿De qué manera se pueden mejorar los problemas de convivencia en la pareja?
Los problemas de convivencia en la pareja van incrementándose de manera gradual hasta que llegan a ser casi irresolubles. Por esto, es fundamental empezar a trabajar sobre ellos tan pronto como se empiecen a producir. Un primer paso es hacernos conscientes de que ambas partes de la pareja están del mismo lado.
Así, nos haremos conscientes de que los conflictos no surgen por el deseo de fastidiar al otro.
La relación sentimental no es una competición, ni esta puede funcionar al margen de la otra persona. Esto nos lleva a comprender la necesidad de actuar de manera tolerante y flexible; solo mediante escuchar, negociar y aceptar se pueden compatibilizar las aspiraciones de ambos miembros de la pareja.
En casos en que la dinámica de pareja esté ya muy viciada, puede ser de utilidad acudir a un experto que nos asesore sobre cómo mejorar nuestra relación. Mediante la terapia de pareja, un psicólogo especializado podrá ayudarnos a romper el círculo vicioso de discusiones y conflictos, dotándonos de herramientas que podamos usar cotidianamente para gestionar adecuadamente la vida en pareja.
En este proceso, el psicólogo nos ayudará a identificar el problema real que ha derivado en un deterioro de la relación, nos enseñará a manejar nuestras emociones y a cambiar nuestras conductas, permitiéndonos saber cómo evitar muchas de estas desavenencias antes de que aparezcan o se agraven.