Custodia compartida
Acoso laboral
Acoso escolar
Víctima de abuso o agresión sexual
Acreditar enfermedad mental o consecuencias psicológicas de enfermedad física
Violencia psicológica
Impugnar informe de equipo psicosocial
Víctima de violencia de género o malos tratos
El psicólogo forense es un testigo imparcial que se guía por la absoluta objetividad, para ello utiliza pruebas científicas.
Estudiamos cada caso y cada informe de forma personalizada, vemos la viabilidad y si puede ser de ayuda anntes de aceptar el caso.
El informe Pericial del Psicólogo Forense se considera un documento científico CON VALIDEZ JURÍDICA Y VALOR PROBATORIO
Un psicólogo forense es necesario si deseas que alguien evalúe y demuestre secuelas y consecuencias psicológicas, o sufrimiento psicológico de:
Proceso de divorcio:
Quieres aportar un informe sobre si eres adecuado para la crianza de tus hijos.
Quieres evaluar a tus hijos porque crees que tu pareja está generando una interferencia en tu contra.
Informe Psicológico del Equipo Psicosocial es erróneo o falso:
Quieres un nuevo informe que demuestre con pruebas científicas que el informe es erróneo.
¿Has cometido un delito sin sin ser consciente de los hechos?
Puede que hayas cometido un delito bajo los efectos de drogas y/o alcohol , perdiendo así la capacidad de decidir. Entonces, necesitas un psicólogo forense que evalúe que no erras responsable de tus actos en el momento de cometer el delito.
¿Eres abogado y necesitas una pericial psicológica?
Nuestros informes psicológico forense te puede ayudar en tu estrategia.
Valoración de la incapacidad laboral permanente por psicopatología y/o daño cerebral.
Valoración del tipo de contingencia laboral asociado a la incapacidad transitoria o permanente por psicopatología y/o daño cerebral.
Evaluación del estrés laboral.
Maltrato dentro de la organización (mobbing, acoso sexual, etc.).
Informes sobre esterilización.
Reasignación de sexo.
Incapacitación civil.
Conservación de competencias civiles
Internamiento no voluntario de enfermos mentales.
Valoración de daños y secuelas
Informe Pericial para imputados:
Imputabilidad (capacidad cognitiva y volitiva)
Evaluación enfermedad mental
Predicción de peligrosidad
Perfiles Criminológicos
Informe Pericial para víctimas:
Secuelas cognitivas, emocionales y psicológicas o posibles diagnósticos de Trastorno de Estrés Postraumático.
Valoración técnica del relato
Informe sobre el emocional y adaptación de los menores al régimen actual de la familia.
Competencia parental, evaluación de parentalidad y coparentalidad.
Informe de recomendaciones sobre el régimen de guarda y contacto de los menores.
Informe sobre interferencias parentales o dificultades de las relaciones entre familiares.
Valoración de situaciones de peligro y/o riesgo para los menores en la familia.
Informes de idoneidad en procesos de acogida y adopción de menores.
Elaboración de informes periciales sobre minusvalías, ley de dependencia, etc., para cualquier ayuda o subvención.
Basado en la evidencia:
Las conclusiones deben derivarse de métodos empíricos validados, como entrevistas clínicas estructuradas, pruebas psicométricas estandarizadas, observación directa, y revisión documental.
Metodología rigurosa:
Se espera que el psicólogo forense utilice una metodología replicable, objetiva y sistemática. El proceso debe permitir que otro profesional pueda entender y, en su caso, replicar el razonamiento.
Sometido a principios técnicos de la psicología científica:
Debe cumplir con criterios de fiabilidad, validez y
Forma parte del proceso judicial:
Es una prueba pericial reconocida en el procedimiento legal, que puede ser solicitada por una de las partes, el juez o el Ministerio Fiscal.
Tiene valor probatorio:
Sus conclusiones pueden ser tenidas en cuenta para emitir una sentencia, especialmente en casos de familia, penal, laboral o civil.
Puede ser impugnado:
Al ser un documento técnico, la otra parte puede presentar un contrainforme o pedir la ratificación en juicio del perito.
1. Incapacidad civil o modificación de la capacidad jurídica
2. Internamientos no voluntarios por causa de trastorno mental
3. Incapacitación Civil o conservación o restitución de capacidades civiles
4. Valoración de daños psíquicos y secuelas
5. Reasignación de sexo
El informe psicológico forense en el ámbito del derecho laboral tiene como finalidad evaluar, desde una perspectiva clínica y jurídica, las condiciones psicológicas de un trabajador en relación con su entorno laboral, las posibles secuelas psicológicas derivadas del trabajo y su capacidad funcional para mantener la actividad laboral. Puede solicitarse en procedimientos de incapacidad temporal, incapacidad permanente, evaluación de contingencia o situaciones de acoso laboral.
Incapacidad laboral transitoria por psicopatología y/o daño cerebral
Evaluación de sintomatología compatible con episodios de ansiedad, depresión, trastornos adaptativos, TEPT o disfunciones cognitivas.
Determinación de la relación entre la psicopatología y la capacidad para desarrollar tareas laborales específicas.
Valoración del impacto funcional y pronóstico de recuperación.
Incapacidad laboral permanente por psicopatología y/o daño cerebral
Diagnóstico de trastornos persistentes que comprometen la capacidad laboral: esquizofrenia, trastorno bipolar, deterioro cognitivo, trastornos de personalidad graves, etc.
Evaluación de la cronicidad, gravedad y resistencia al tratamiento.
Valoración del grado de discapacidad (parcial, total, absoluta o gran invalidez) en función del rendimiento laboral residual.
Determinación del origen laboral o común de la patología
Análisis del nexo causal entre el entorno o los hechos laborales y la aparición del trastorno psicológico.
Exploración de antecedentes clínicos previos y evolución sintomática relacionada con la situación profesional.
Valoración de si se trata de una contingencia común (enfermedad general) o contingencia profesional (enfermedad o accidente de trabajo).
Estrés laboral crónico y burnout
Evaluación mediante entrevistas clínicas e instrumentos psicométricos validados del desgaste emocional, despersonalización y reducción de la realización personal.
Valoración de la exposición a factores psicosociales de riesgo (sobrecarga de tareas, falta de control, ambigüedad de rol, liderazgo negativo).
Diagnóstico diferencial entre estrés laboral, burnout y otras patologías comórbidas.
Mobbing (acoso psicológico laboral)
Detección y análisis estructurado del acoso sistemático en el contexto de trabajo: conductas hostiles, exclusión, difamación, sobrecarga, infravaloración.
Evaluación del daño psicológico resultante: trastornos adaptativos, ansiedad generalizada, depresión, trastornos del sueño, etc.
Aplicación de escalas específicas (por ejemplo, LIPT, Escala de Mobbing de Leymann, Cuestionario de Acoso Psicológico en el Trabajo -CAPT-).
Acoso sexual laboral
Valoración del impacto emocional y psicológico derivado de conductas sexuales no deseadas en el entorno de trabajo.
Exploración del entorno laboral y de la posible tolerancia organizacional a estas conductas.
Evaluación de la veracidad y consistencia del relato desde un punto de vista técnico.
Evaluación del funcionamiento cognitivo
Cuando existen sospechas de daño cerebral, disfunción ejecutiva o deterioro neuropsicológico, se incluyen pruebas específicas: atención, memoria, velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, etc.
Valoración de simulación o disimulación
Análisis de la sinceridad de las respuestas mediante pruebas como SIMS (Structured Inventory of Malingered Symptomatology) o entrevistas clínicas estructuradas.
Conclusión pericial
Juicio clínico-forense fundamentado sobre la existencia de trastorno psicológico, su relación con el entorno laboral, su gravedad, cronicidad y repercusión funcional.
Establecimiento del grado de incapacidad o secuelas psicológicas y, en su caso, recomendación sobre medidas terapéuticas o compensatorias.
Imputabilidad
Evaluación de la capacidad cognitiva (comprender la ilicitud del hecho) y volitiva (capacidad de actuar conforme a esa comprensión) en el momento del delito.
Análisis de posibles trastornos mentales, trastornos de personalidad, adicciones, etc., que puedan haber afectado esa capacidad.
Evaluación de enfermedad mental
Diagnóstico clínico según criterios DSM-5 o CIE-11.
Valoración de la influencia de la patología sobre la conducta delictiva.
Discriminación entre enfermedad mental, simulación, trastorno de personalidad o intoxicación voluntaria.
Predicción de peligrosidad criminal
Evaluación del riesgo de reincidencia o de conductas violentas futuras.
Uso de instrumentos estructurados (por ejemplo, HCR-20, SVR-20, PCL-R).
Valoración de la necesidad de medidas de seguridad o internamiento.
Perfil criminológico y psicológico
Análisis de los rasgos de personalidad, antecedentes, entorno familiar y social, estilo de vida y motivaciones del delito.
Estudio del grado de planificación vs. impulsividad y existencia de empatía o remordimiento.
Capacidad procesal
Determinar si el imputado entiende el proceso penal y puede colaborar con su defensa.
Especialmente relevante en casos de trastorno mental grave, deterioro cognitivo o discapacidad intelectual.
Valoración de secuelas psicológicas
Evaluación de trastornos psicológicos derivados del delito: trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad, trastornos disociativos, etc.
Determinación del grado de afectación y del daño psicológico como prueba para la responsabilidad penal o civil.
Valoración técnica del relato
Evaluación de la credibilidad del testimonio (especialmente en menores o casos de violencia sexual).
Análisis del contenido del relato desde una perspectiva científica (criterios CBCA, SVA, Reality Monitoring).
Detección de inconsistencias o indicadores de fabulación o sugestión.
Evaluación del impacto en el funcionamiento
Repercusión en el entorno laboral, familiar, social y emocional.
Medidas de protección psicológica necesarias o apoyo terapéutico.
Evaluación de la madurez y responsabilidad penal
Valoración del desarrollo cognitivo y emocional del menor.
Determinación de su capacidad para entender y controlar su conducta.
Entorno familiar y social
Análisis del contexto del menor: riesgo de exclusión, maltrato, negligencia, etc.
Valoración de medidas socioeducativas o tratamiento psicológico.
Evaluación de testigos
Valoración de la idoneidad cognitiva y emocional para prestar declaración.
Evaluación del estado mental en el momento del hecho si la persona fue testigo clave.
Informe de parte
El psicólogo forense también puede ser contratado por la defensa, acusación o particular para emitir un contrainforme o peritaje independiente.
Simulación y disimulación
Aplicación de pruebas específicas para detectar intentos de simular enfermedad mental (por ejemplo, SIMS o TOMM) o disimular síntomas reales.
El informe psicológico forense en el ámbito del derecho de familia tiene como objetivo aportar elementos técnicos que ayuden a determinar lo más conveniente para los menores y demás miembros del sistema familiar, en contextos de conflicto parental, custodia, visitas, protección de menores, acogimiento o adopción. Se basa en la evaluación objetiva de las capacidades parentales, el estado emocional de los hijos, y la calidad de las relaciones familiares.
Evaluación del bienestar psicológico del menor en el contexto familiar actual.
Valoración de síntomas de ansiedad, depresión, somatización, regresión o dificultades escolares relacionadas con el conflicto parental.
Análisis de los vínculos afectivos con cada figura parental.
Exploración del grado de adaptación al régimen de guarda y visitas en vigor.
Evaluación de la competencia parental: habilidades para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, educativas y sociales del menor.
Valoración del estilo educativo, capacidad empática, control emocional, comunicación afectiva y nivel de involucramiento parental.
Análisis de la coparentalidad responsable: capacidad de ambos progenitores para cooperar, tomar decisiones conjuntas y proteger a los menores del conflicto.
Propuesta técnica sobre el modelo de guarda (compartida, exclusiva, alterna) más adecuado, en función de los intereses del menor.
Recomendaciones sobre frecuencia y condiciones del régimen de visitas.
Adaptación progresiva de contactos en casos de rechazo parental, desvinculación o necesidades especiales.
Consideración de la edad y madurez del menor, y escucha activa de sus preferencias (cuando procede).
Detección de interferencias parentales: manipulación, desvalorización o impedimento del contacto con el otro progenitor.
Evaluación de la existencia de alineación parental u otras dinámicas conflictivas.
Análisis de los conflictos intrafamiliares: violencia verbal, triangulación, instrumentalización de los menores, etc.
Recomendaciones terapéuticas y educativas para favorecer el bienestar emocional de los menores.
Valoración del entorno familiar desde la perspectiva del riesgo psicosocial.
Detección de negligencia, maltrato físico o psicológico, abuso sexual o exposición a violencia de género.
Propuesta de medidas de protección o intervención (derivación a servicios sociales, supervisión de visitas, suspensión cautelar del contacto, etc.).
Evaluación psicológica de solicitantes en procesos de acogida familiar o adopción.
Valoración de la estabilidad emocional, motivaciones, competencias educativas, red de apoyo y expectativas hacia el menor.
Juicio de idoneidad según criterios técnicos y normativos establecidos.
Análisis de factores de riesgo y protección para la integración familiar exitosa del menor.
El informe se elabora a partir de:
Entrevistas clínicas individuales y familiares.
Observación de interacciones.
Pruebas psicométricas y proyectivas validadas.
Análisis documental (sentencias, informes escolares, sociales, médicos).
Juicio clínico-forense fundamentado.
El informe psicológico forense en el ámbito contencioso-administrativo tiene como finalidad aportar evidencia técnica sobre el estado psicológico de una persona en relación con actos o decisiones de la Administración Pública. Estos informes pueden intervenir en procesos relativos a valoración de discapacidad, reconocimiento de dependencia, procesos de selección y ascenso en la función pública, así como en demandas por daños psíquicos derivados de actuaciones administrativas.
Evaluación de minusvalías psíquicas y trastornos mentales
Diagnóstico y valoración del grado de afectación psicosocial según baremos oficiales (Real Decreto 888/2022 y normativa autonómica aplicable).
Determinación del porcentaje de discapacidad asociado a trastornos como depresión mayor, esquizofrenia, ansiedad grave, trastornos adaptativos, TEPT, deterioro cognitivo, etc.
Ley de Dependencia
Valoración del grado de dependencia derivado de limitaciones cognitivas o psíquicas.
Evaluación del impacto en la autonomía personal, cuidado personal, comunicación, toma de decisiones y movilidad.
Emisión de informe psicológico complementario para instancias de recurso o reclamación.
Evaluación de la aptitud psicológica para el acceso o promoción en el empleo público
Informes técnicos sobre idoneidad psicológica para el desempeño de funciones en cuerpos policiales, militares, administrativos u otras áreas de la función pública.
Valoración del equilibrio emocional, toma de decisiones, resistencia al estrés, empatía, liderazgo, control de impulsos y adaptación al entorno organizativo.
Recursos frente a decisiones de exclusión o no aptitud
Emisión de contrainformes periciales para impugnación de resultados en pruebas psicotécnicas, entrevistas o valoraciones clínicas previas.
Fundamentación técnica de las discrepancias entre el diagnóstico clínico independiente y el emitido por los servicios médicos de la administración.
Casos de bullying o mobbing en contextos públicos (centros escolares, administrativos, etc.)
Evaluación del daño psicológico derivado de situaciones de acoso continuado o exposición a conductas hostiles en contextos institucionales o laborales dependientes de la administración.
Análisis del entorno organizacional y determinación de la relación causa-efecto entre la conducta denunciada y el trastorno psicológico diagnosticado.
Aplicación de instrumentos objetivos (LIPT, Escalas de Evaluación del Mobbing, entrevistas estructuradas).
Estimación del grado de afectación funcional y recomendaciones sobre medidas compensatorias o de protección.
Historia clínica relevante (si procede).
Técnicas e instrumentos aplicados: entrevistas estructuradas, cuestionarios psicométricos, observación conductual.
Fundamentación diagnóstica según criterios DSM-5 o CIE-11.
Juicio clínico-forense razonado.
Conclusiones y, en su caso, recomendaciones (intervención, compensación, revisión administrativa, medidas cautelares).
La función de un psicólogo forense es el de un perito que emite informes y hace asesoramiento sobre peticiones del cliente.
La Psicología Forense es la especialidad de la Psicología en el ámbito jurídico. Por tanto, el Psicólogo Forense actúa como Perito o como Testigo ante un Tribunal, y se coonsidera su intervención en los dos casos como una prueba a considerar.
El Psicólogo Forense realizará un informe con la siguiente estructura:
El psicólogo forense es un testigo imparcial que se guía por la absoluta objetividad, para ello utiliza pruebas científicas. Estudiamos cada caso y cada informe de forma personalizada. El incumplimiento de las obligaciones de los psicólogos tiene responsabilidad civil y penal. De forma que el Psicólogo Forense, tanto si es privado como si es designado por el Tribuna, tiene que responder a los puntos de pericia.
El informe Pericial del Psicólogo Forense es independiente de los intereses de las partes y se considera un Documento Científico.
El informe pericial ayuda planificar la estrategia del caso.
Antes de aceptar un caso se tiene una llamada o reunión para informar de los posibles resultados que podemos obtener, explicando qué puede ser evaluado y qué puede ser demostrado o no.
El Perito Psicológico emite un informe a petición de una de las partes (cliente o abogado), también puede ser designado por el Tribunal, o por petición de las partes. La función de Perito Psicológico es establecer una relación causal entre los hechos de una forma objetiva y científica.
El Perito Psicológico puede presenciarse en la vista oral para la defensa, ratificación y aclaración de la Pericia o informe pericial. El Perito Psicológico en la ratificación oral debe exponer, explicar y defender ante el Tribunal el informe pericial realizado.
El Perito Psicológico realiza un informe pericial con la finalidad de analizar, cuestionar o refutar un informe pericial previo presentado en un procedimiento judicial.
¿En qué casos se realiza un contrainforme pericial?
Rebatir o impugnar un informe pericial anterior: Si se considera que el informe pericial psicológico presentado por la parte contraria es erróneo, sesgado, incompleto o no cumple los criterios técnicos o metodológicos exigibles.
Detectar errores metodológicos: El contrainforme puede señalar y demostrar fallos como:
Ausencia de pruebas psicométricas validadas.
Interpretaciones subjetivas no sustentadas en evidencia empírica.
Falta de imparcialidad del perito.
No cumplimiento de principios deontológicos.
Apoyar la estrategia jurídica, ya que sirve como prueba de parte para contradecir la prueba pericial aportada por la otra parte y puede influir en la valoración del juez.
Este informe puede ser solicitado por un juzgado, una de las partes implicadas (defensa, acusación, parte demandante o demandada), o incluso por la propia persona interesada.
Acreditar secuelas psicológicas tras experiencias traumáticas (violencia, accidentes, acoso, abuso, etc.).
Valorar la imputabilidad penal, es decir, determinar si una persona comprendía y controlaba sus actos en el momento en que ocurrió un hecho delictivo.
Evaluar la competencia parental en casos de separación, custodia o guarda de menores.
Valorar la idoneidad para la tutela, acogida o adopción.
Determinar el grado de discapacidad psíquica o dependencia, en procedimientos administrativos o recursos.
Identificar estados psicológicos derivados del entorno laboral (mobbing, burnout, incapacidades).
Evaluar la credibilidad del testimonio, especialmente en menores o víctimas.
Su función no es defender a una parte, sino asesorar al tribunal desde el conocimiento especializado en salud mental y comportamiento humano.
El psicólogo forense es el profesional encargado de evaluar y analizar aspectos psicológicos que son relevantes dentro de un procedimiento judicial. Su papel consiste en asesorar a jueces, abogados y otras partes del proceso sobre el estado mental, la conducta, o las capacidades de una persona en relación con los hechos que se investigan o se juzgan.
A través de una evaluación rigurosa, objetiva y metodológicamente validada, el psicólogo forense emite un informe pericial que puede influir en decisiones judiciales clave, como la atribución de responsabilidad penal, la custodia de un menor o la existencia de daños psicológicos derivados de una situación traumática.
Analizar la relación entre hechos y consecuencias psicológicas: por ejemplo, si una persona ha desarrollado un trastorno de ansiedad o depresión tras sufrir acoso laboral, violencia doméstica o abuso.
Evaluar la capacidad mental en el momento de los hechos: en derecho penal, determina si la persona tenía capacidad para comprender y controlar su conducta (imputabilidad).
Valorar la credibilidad de los testimonios, especialmente en casos complejos como los abusos sexuales a menores o situaciones de violencia de género. Se aplican criterios técnicos para analizar la coherencia interna y la plausibilidad del relato.
Determinar competencias parentales, relaciones familiares, y posibles factores de riesgo para los menores en procesos de custodia o tutela.
Emitir juicios técnicos en procesos de incapacidad laboral, discapacidad psíquica o situaciones de daño psicológico ante la Administración Pública.
Imparcialidad y rigor profesional:
Una de las características fundamentales del psicólogo forense es su independencia e imparcialidad. A diferencia del psicólogo clínico, su labor no es terapéutica, sino evaluadora y técnica. No defiende a ninguna de las partes, sino que aporta información basada en evidencia científica, sin modificar, exagerar ni omitir ningún resultado.
El informe psicológico forense debe reflejar fielmente los hallazgos obtenidos mediante entrevistas clínicas, pruebas psicométricas y observación objetiva. Además, si es citado, el psicólogo forense debe ratificar oralmente el informe ante el tribunal y responder a preguntas de las partes o del juez.
La elaboración de un informe psicológico forense sigue un protocolo técnico y estructurado que garantiza la validez del proceso evaluativo y la imparcialidad de las conclusiones. A continuación, te explicamos de forma clara cuáles son las fases más habituales que seguimos en una pericial psicológica forense profesional:
Todo proceso comienza con un encargo formal, ya sea por parte de un juzgado, un abogado, una administración o una persona particular. En esta fase se define con precisión el objeto de la pericia:
¿Qué se quiere evaluar?
¿Qué pregunta debe responder el informe?
¿En qué jurisdicción se enmarca (penal, civil, laboral, familia, administrativa)?
También se revisa la documentación legal disponible: autos, demandas, sentencias, resoluciones, etc.
El profesional analiza toda la información previa relevante para la evaluación:
Informes médicos o psicológicos previos
Historia clínica
Informes escolares, laborales o sociales
Pruebas judiciales y declaraciones (cuando se autorice su consulta)
Esto permite contextualizar adecuadamente la evaluación.
Se realizan una o varias entrevistas personales, estructuradas o semiestructuradas, con la persona evaluada. En función del caso, también se pueden entrevistar familiares, menores, progenitores, testigos o personal relevante del entorno.
Durante esta fase se exploran:
Estado emocional actual
Historia vital
Relación con los hechos en cuestión
Estilo de afrontamiento
Capacidad de introspección y juicio crítico
Se aplican instrumentos psicométricos estandarizados y validados para la población española, en función del objeto pericial. Estas pueden incluir:
Tests de personalidad (MMPI-2, 16PF, SCL-90-R…)
Evaluación de simulación o disimulación (SIMS, TOMM, etc.)
Escalas de ansiedad, depresión, estrés postraumático, trauma infantil
Cuestionarios de competencia parental, apego, habilidades cognitivas, etc.
Esta fase garantiza objetividad y permite contrastar los resultados de la entrevista clínica.
Con los datos obtenidos, se realiza una integración clínica y forense que da lugar al informe final. Este documento incluye:
Datos sociodemográficos y antecedentes
Metodología empleada
Resultados cualitativos y cuantitativos
Diagnóstico (si procede)
Conclusiones técnicas
Respuesta a las preguntas periciales formuladas por el juzgado o las partes
El informe debe ser claro, riguroso y comprensible para profesionales jurídicos no especializados en psicología.
En caso de que el procedimiento lo requiera, el psicólogo forense comparece ante el tribunal para ratificar el informe oralmente y responder a las preguntas del juez, fiscal y abogados. Esta fase refuerza la validez del informe como prueba pericial y permite aclarar posibles dudas técnicas.
Este procedimiento estandarizado garantiza que cada informe forense tenga validez científica, rigor técnico y utilidad legal. En nuestro centro, cada caso es abordado con profesionalidad, imparcialidad y respeto absoluto al proceso judicial.
En muchos procedimientos judiciales, es fundamental contar con la evaluación de un profesional especializado en Psicología Forense. Este tipo de intervención no solo puede influir en la resolución de un caso, sino que también puede proteger tus derechos, acreditar el daño psicológico sufrido o aportar claridad técnica en situaciones complejas.
A continuación, te explicamos las principales situaciones en las que podrías necesitar los servicios de un psicólogo forense:
Puedes necesitar un informe psicológico forense si has sufrido:
Violencia física o psicológica en el ámbito familiar o de pareja.
Acoso laboral (mobbing) o acoso sexual en el entorno profesional.
Agresiones sexuales.
Exposición a robos, incendios, accidentes graves, catástrofes o negligencias que hayan afectado tu salud mental.
Acoso vecinal, obras ilegales o conflictos que hayan generado sufrimiento psicológico.
En estos casos, el psicólogo forense evaluará la existencia de trastornos derivados del trauma (como ansiedad, depresión, TEPT) y su relación directa con los hechos denunciados.
Si has sido imputado por un delito y existen dudas sobre tu capacidad para comprender o controlar tu conducta en el momento de los hechos, necesitas una evaluación forense que valore:
Si estabas afectado por un trastorno mental grave.
Si actuaste bajo efectos del alcohol, drogas o una alteración transitoria del estado mental.
Si tenías anuladas tus capacidades cognitivas o volitivas.
El psicólogo forense analizará si eres imputable o inimputable, y si tenías capacidad para ser juzgado.
Si estás en un proceso de divorcio o separación, el psicólogo forense puede:
Evaluar tus capacidades parentales para demostrar tu idoneidad como cuidador.
Emitir recomendaciones sobre el régimen de guarda y visitas.
Evaluar el estado emocional y la adaptación de tus hijos.
Valorar la existencia de interferencias parentales por parte de la otra figura parental.
También puedes solicitar una evaluación independiente si discrepas con el informe del equipo psicosocial del juzgado y consideras que contiene errores técnicos o conclusiones injustificadas.
Si eres abogado/a y representas a una de las partes en un proceso judicial, puedes necesitar:
Un informe psicológico de parte que complemente o contradiga otro ya presentado.
Una evaluación que respalde una reclamación de daños y perjuicios.
Un informe técnico en procesos de acoso, discapacidad, custodia, despido improcedente, etc.
La ratificación del informe en juicio por parte del perito.
El informe forense, bien fundamentado y ajustado a la demanda judicial, puede tener un impacto decisivo en la sentencia final.