La fobia a las aves o la ornitofobia la definimos como una clase de fobia relativamente poco común, pero que, daña la calidad de vida de la persona que la padece y origina que sea recomendable acudir a psicoterapia lo antes posible.
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Nuestro artículo “Tratamiento de Fobias. Fobia a volar”, puede ayudarte.
¿Qué es lo que nos da miedo?
El miedo puede darse en relación a una única especie de pájaro, a aves de la misma familia o constituir sólo una manifestación parcial de una fobia más amplia a los animales; en tal caso hablaríamos de zoofobia. Es posible que la angustia aparezca sólo ante pájaros depredadores, como las águilas, o bien con especies mucho más pequeñas e inofensivas.
La ornitofobia es un tipo de fobia concreta, es decir, una clase de trastorno de ansiedad, en el que la persona que lo sufre desarrolla un miedo muy intenso e irracional ante las aves. Esto hace que pierda el control cada vez que está cerca de uno de estos animales y que sienta que debe huir cada vez que se cruza con uno, lo cual a medio y largo plazo hace que evite lugares en los que cree que puede encontrarse aves.
Como fobia que es, no se ajusta al peligro real que supone estar en presencia de un ave. Por eso, es normal que las personas con fobia a las aves incluso sufran estas subidas repentinas del nivel de ansiedad cuando ven pájaros tan pequeños y ligeros como palomas, cotorras, etc.
Síntomas de fobia a las aves
Los síntomas de la ornitofobia son los típicos de todas las fobias específicas, y aparecen siempre que la persona se encuentra con una situación que le hace entrar en contacto con los estímulos fóbicos. Son los siguientes:
-Aceleración del pulso.
-Sudoración intensa.
-Aceleración de la respiración.
-Náuseas.
-Pensamientos catastróficos e irracionales sobre lo que puede ocurrirle a la persona.
-Aumento de la presión sanguínea.
-Sensación de malestar general debido a la angustia.
-Sentimiento de necesidad de abandonar el lugar cuanto antes.
Tratamiento
La ornitofobia puede ser un problema muy significativo tanto en la vida de campo como en la ciudad, donde animales como las palomas, cornejas, gaviotas y otras aves pueden llegar a ser muy abundantes, dependiendo de la región. Por suerte, tal y como ocurre con el resto de fobias específicas, décadas de investigación en técnicas de psicoterapia nos han permitido disponer de formas de intervención psicológica muy eficientes para superar la fobia a los pájaros.
Con ellas, tras haber empezado el proceso de terapia psicológica, es posible tener una vida normal en cuestión de pocos meses.
Aunque el tipo de herramientas usadas por los psicoterapeutas dependen de cada caso (se adaptan a las características y necesidades del paciente como persona), por norma general estas que veremos a continuación son las más utilizadas:
-Psicoeducación
La psicoeducación consiste en informar al paciente y, si es necesario, también a su entorno familiar, para que sepa cuál es la situación, cuáles son las características del trastorno que ha desarrollado, cuál es su pronóstico, y qué puede esperar de esta alteración. Esto ayuda a la persona a entender lo que le pasa y a despejar dudas y miedos que han podido estar alterando su percepción de las cosas e, indirectamente, perpetuar la existencia de la ornitofobia.
-Exposición controlada
La exposición controlada consiste en ayudar al paciente a exponerse al estímulo fóbico, en este caso las aves. Se sigue una curva de dificultad ascendente adaptada siempre al tipo de situaciones que la persona puede soportar sin sufrir una crisis de ansiedad y perder el control de su cuerpo totalmente, empezando por situaciones fáciles y escalando el nivel de desafío hasta que la fobia queda eliminada.
El psicólogo va planteando situaciones en las que la persona debe aguantar la ansiedad sin retirarse durante varios minutos, para poco a poco ir habituándose a ese tipo de experiencias, a la vez que esta última sigue las indicaciones el profesional para no tirar la toalla.
-Desensibilización controlada
La desensibilización controlada es otra técnica que parte del modelo conductual, y se parece bastante a la exposición controlada, en el sentido de que permite a la persona ir superando sus temores poco a poco, sin dejar que caiga en la trampa de optar por la huida o la evitación. Pero aquí, a la vez que el paciente aguanta el malestar que le produce el estímulo fóbico, se le dan una serie de pautas para que active comportamientos relajantes incompatibles con la ansiedad.
-Reestructuración cognitiva
La reestructuración cognitiva está enfocada a la modificación de creencias y de esquemas de pensamiento desde los cuales el paciente interpreta lo que le ocurre. Gracias a este procedimiento, se le ayuda a identificar las creencias problemáticas que tiene muy interiorizadas (en este caso, ligadas a miedos irracionales y/o con la autoestima), y se le acompaña en el proceso de sustituirlas por otras más adecuadas y realistas.
Conclusiones
Las personas con fobias de tipo animal suelen sentir miedo sobre todo ante los movimientos, en especial cuando son repentinos; así, en el caso de la ornitofobia pueden surgir sensaciones de ansiedad intensa si de pronto aparece una paloma revoloteando a su alrededor.
Aunque en algunos casos la persona teme sufrir daño, en otros casos simplemente tienen miedo a quedar en ridículo o a sufrir problemas físicos a causa de la propia ansiedad. Es posible que aparezcan sensaciones de asco además de ansiedad, pero esto es más habitual en otras fobias a animales, sobre todo los que son pequeños, como los insectos.
Pide siempre ayuda a tu psicólogo de confianza.