Manipulación psicológica. Terapia de pareja

<strong>Manipulación psicológica. Terapia de pareja</strong>
Cerebro humano

La manipulación psicológica implica acciones de distorsión mental y explotación emocional para ejercer el control sobre una persona, con la finalidad de obtener cierto beneficio.

Puedes contar con nuestro centro de Terapia de Pareja, en Madrid. Siempre te atenderá el mismo psicólogo, que te asegura anonimato y discreción.

El manipulador emocional utiliza a su víctima generando un desequilibrio de poder.

Nuestro artículo “Dependencia emocional: Terapia de Pareja en Madrid”, puede ayudarte.

¿Cómo se detecta a un manipulador emocional?

Los principales rasgos de las personas manipuladoras son:

-Egocentrismo. Las personas manipuladoras no suelen pensar en lo que su víctima necesita, siente o desea. Anteponen sus intereses y necesidades a los de los demás.

-Ausencia de empatía. El elevado nivel de egocentrismo de las personas manipuladoras les impide ponerse en lugar de los demás.

-Irresponsabilidad. Las personas manipuladoras huyen de las responsabilidades, no asumen las consecuencias de sus actos. Aunque lastimen a los demás, no sentirán remordimientos.

-Maquiavelismo. Los manipuladores suelen puntuar elevado en el rasgo de maquiavelismo, lo cual significa que son expertas en crear dinámicas que originan la intriga, la rivalidad y los celos.

-Facilidad para detectar las debilidades ajenas. Estas personas son muy hábiles detectando las debilidades de los demás, para usarlas a su favor, aprovechándose de la sensibilidad emocional.

Personas con TLP

También son propensas a recurrir a la manipulación emocional para lograr sus objetivos:

-Trastorno de la personalidad antisocial. Son personas astutas y calculadoras, que al inicio parecen encantadoras, pero sufren una profunda falta de empatía pudiendo llegar a ser crueles.

-Trastorno de la personalidad límite. Estas personas tienen una autoimagen frágil y fluctuante, así como un profundo temor al abandono.

-Trastorno de la personalidad narcisista. Estas personas experimentan una profunda necesidad de admiración, creen que son especiales y únicas, pero carecen de empatía.

Técnicas de manipulación

Las personas manipuladoras suelen recurrir a distintas técnicas de manipulación mental para dominar a sus víctimas, conocerlas te ayudará a detectarlas y evitar caer en las redes de la manipulación.

-Infundir miedo. Es una de las estrategias de manipulación mental y emocional más utilizadas y eficientes puesto que hace elevar los temores de la víctima. Una vez que el manipulador descubre sus miedos, los exagerará para asustar a la persona y lograr que haga lo que desea.

-Generar culpa. La sensación de culpa es un poderoso motor impulsor del comportamiento, por lo que los manipuladores intentan que su víctima se sienta culpable. Lo más habitual es que se hagan pasar por personas desvalidas que necesitan ayuda, de forma que su víctima se sienta muy mal si no cede a sus deseos.

-Actitud protectora. El manipulador se presenta como el “protector”. Hace creer a su víctima que no es capaz de valerse por sí misma y que le necesita. A cambio de esa “protección”, que puede ser económica o emocional, el manipulador le pedirá que se adapte a sus deseos. De esta manera, la protección se convierte en un control total generando una relación de profunda dependencia.

-Castigo. El manipulador emocional casi nunca recurre a la violencia física, su violencia es psicológica. Por eso, castiga a su víctima cada vez que no cumple con sus exigencias. Ese castigo puede adoptar diferentes formas, desde humillaciones verbales y sarcasmos hasta un tratamiento silencioso que implica obviar por completo al otro, soslayando sus necesidades emocionales.

Manipulación psicológica en la pareja

La manipulación psicológica en la pareja es mucho más difícil de detectar ya que el vínculo emocional existente impide analizar la situación con objetividad. Este tipo de manipulación tiene consecuencias nefastas que puede provocar una profunda falta de confianza en la víctima.

El manipulador emocional en la pareja suele despreciar los sentimientos, deseos, opiniones y necesidades del otro, para anteponer o imponer los suyos.

En las primeras fases de la relación, el manipulador emocional en la pareja recurre a una estrategia distinta: realiza demostraciones excesivas de atención y afecto con la finalidad de que la relación progrese más rápido. Así, el manipulador crea una especie de vértigo emocional en su víctima que le impide pensar y le empuja a tomar decisiones con las que no se siente suficientemente cómoda.

Mente relajada

¿Cómo evitar la manipulación emocional?

Para evitar o ponerle freno a la manipulación, es primordial que tengas presente tus derechos como persona:

-Derecho a ser tratado con respeto.

-Derecho a expresar tus sentimientos, opiniones y deseos, aunque difieran de los de los demás.

-Derecho a establecer tus prioridades.

-Derecho a decir “no” sin sentirte culpable.

-Derecho a protegerte de las amenazas físicas, mentales y emocionales.

-Derecho a planificar una vida feliz y saludable.

Estos derechos fundamentales representan límites que los demás no deben traspasar y no debes sentirte mal por defenderlos.

-Debes decir “no” con firmeza. Puedes negarte a hacer todo aquello con lo que no te sientas cómodo/a. Es tu derecho.

-Evita el mecanismo de autoinculpación. El manipulador emocional intentará explotar tus debilidades, por lo que tratará que te sientas culpable o inadecuado/a. No caigas en su trampa.

-Usa el tiempo a tu favor. El manipulador emocional presiona para que su víctima no tenga tiempo de pensar. Quiere una respuesta de inmediato y maximiza la presión para controlar la situación. Por tanto, una buena estrategia consiste en ganar tiempo para valorar lo que te está pidiendo.

-Presta más atención a los actos que a las palabras. Una de las mejores maneras para detectar a un manipulador emocional consiste en prestarle más atención a sus actos que a sus palabras. Estas personas, sobre todo al inicio de la relación son encantadoras, pero si te fijas bien, descubrirás que sus comportamientos dicen otra cosa.

-Pregunta y clarifica. Los manipuladores emocionales suelen jugar con la ambigüedad y aprovechan el hecho de que sus víctimas no suelen plantarles cara. Por eso, ante la duda, lo mejor es replantear sus demandas.

-Establece una distancia psicológica. Hay casos en los que no queda más remedio que establecer una distancia, al menos una distancia psicológica del manipulador.

Conclusiones

Es habitual que la víctima experimente frustración, resentimiento y una profunda insatisfacción con la relación.

Uno de los principales riesgos de la manipulación psicológica en la pareja, es que el manipulador termine “absorbiendo” la personalidad de su víctima, originando una relación de profunda dependencia en la que ostenta el poder absoluto.

Muchas de las personas que han salido de relaciones de larga duración en las que han sido manipuladas, experimentan una profunda falta de autoestima, por lo que el primer paso del camino de sanación emocional implica redescubrirse a sí mismas.

Pide ayuda psicológica si crees que lo necesitas. Si sientes que estás en una relación tóxica en la que otra persona te intenta manipular emocionalmente y no te respeta, aunque sabes que esa relación te está haciendo daño, es el momento de la ayuda de un psicólogo.