Psicología Coaching

Coaching

¿A qué llamamos coaching en psicología?

El coaching es un método que permite focalizar a la persona o al equipo en las metas que quiere alcanzar y en establecer los pasos para conseguirlos.

El término coaching se utiliza en la actualidad de forma indiferenciada para denominar diferentes actividades: consejo, asesoramiento, formación, entrenamiento, instrucción, enjuiciamiento, desarrollo personal y profesional, acciones de carácter motivacional, charlas, planteamientos filosóficos y existenciales, terapias, etc.

En Ipsia Psicología, nuestros psicólogos trabajan sobre la manera en que el cliente piensa, siente o actúa con respecto a sus objetivos, para que consiga la forma óptima de hacerlo, superando sus frenos y aprovechando sus habilidades.

El coaching no es ni una disciplina, ya que no cuenta con un cuerpo teórico propio, sino que utiliza el de la Psicología, Cognitivo-conductual, Gestalt, Psicología Positiva, etc. y añade toda aquella técnica que pueda ser de interés para su eficiencia: principios de Managment, alto rendimiento deportivo, lingüística, filosofía. Tampoco es una profesión en sí misma, sino que se enmarca en el desempeño del desarrollo de personas que ya propugnaba el movimiento del Potencial Humano de los años 60.

Se ha venido aplicando tanto individualmente como con equipos, en aquellos ámbitos donde la consecución de resultados es una finalidad intrínseca a la actividad como son: organizaciones, deporte, desarrollo personal; educación, social, etc.

Psicología y Coaching

Muchos de los psicólogos que aplicamos este método lo hacemos en una triada profesional de servicios: psicoterapia-formación-coaching o consultoría-formación-coaching. Esto hace evidente la complementariedad de los servicios que se ofrecen y las vías que se utilizan para ampliar la versatilidad metodológica de nuestro portfolio profesional para dar servicio a las distintas necesidades de nuestros clientes.

Es complicado sostener que el coaching no tiene que ver con la Psicología, como afirman muchos coaches, tales como el desconocimiento, la diferenciación, el marketing, etc. Si no, cómo se explica el trabajo para desarrollar a una persona en el que se trabajan con los procesos cognitivos (atención, percepción, aprendizaje); procesos motivacionales; emocionales; corporales; conductuales, sistémicos, …

Es cierto que para muchas personas la Psicología es sinónimo de Psicología clínica e incluso de Psicoanálisis. Desconocen las múltiples aplicaciones de la Psicología. Esto significa que, para muchas personas a día de hoy, “ir al psicólogo” es sinónimo de reconocer que tiene un problema y, sin embargo, “tener un coach”, es tanto como ir a más, como les ocurre a los deportistas que tienen un coach para conseguir mejores resultados. Históricamente, el término coach está asociado al de entrenador deportivo.

Por consiguiente, confirmamos que la Psicología no es sólo tratar a personas con dificultades mentales y sociales, es también tratar con las personas en todas las áreas de su actividad vital, social y profesional.

La Psicología Coaching engloba esta idea de aplicar la Psicología para conseguir mejores resultados, mayor bienestar, mejor ajuste vital y social de las personas que, en principio, ya están bien. De ahí que, a los profesionales de la Psicología, nos interese tanto formarnos y aplicar esta eficiente metodología.

La introducción del término en todas las áreas de la sociedad, ha venido de la mano de tres factores:

-La atracción del término, ligado a entrenador deportivo

-La eficacia del método

-La universalidad de su aplicación

Lo que caracteriza sustancialmente al método del coaching y sus diversas variantes, es que sigue un esquema básico para generar consciencia, hacerse responsable y tomar acción. Origina un puente entre donde está ahora una persona y donde desea estar y, por ello, es beneficioso en cualquier actividad, es aplicable en cualquier ámbito de actuación del ser humano.

Se aplica en población no clínica, por lo que habría que pensar que sería de gran utilidad con la mayor parte de la población. La condición necesaria es que el cliente sea capaz de asumir decisiones sobre sus acciones y llevarlas a cabo, siguiendo el plan que ha definido para alcanzar sus metas.

Es un método sólo apto para aquellos clientes que están, ”libres en la acción”, o sea, que son capaces de plantearse cambiar y tienen la capacidad de hacerlo.

Junto a esto, es clave la posición actitudinal del coach, no cabe otra actitud que la que propugna el psicólogo Carl Rogers con su Psicología Humanista.

¿Por qué formarnos en Coaching?

Por distintas razones:

-Es un método que se enmarca en su área de conocimiento

-La amplitud metodológica que gana con su aprendizaje es exponencial

-La eficiencia del método está ampliamente probado

-La demanda social de este servicio es creciente

-El método se aplica en todas las áreas de la actividad humana donde haya que conseguir resultados

-Es una forma de trabajar diferenciada y demandada en desarrollo de personas: formación, liderazgo, servicios personales, …

¿Por qué a un cliente le interesa ir a un psicólogo experto en coaching?

Por seis razones principalmente:

-Un psicólogo experto en coaching, es, ante todo, un licenciado en Psicología, tiene los conocimientos científicos que garantizan su comprensión de cómo piensa, siente y actúa la persona, lo que le permite valorar si el método de coaching es apropiado para el cliente, para lo que se propone y en este momento.

El trabajo con coaching con una persona predispuesta a la depresión, ansiedad o a cuadros obsesivos compulsivos, entre otros, puede agravar sus síntomas al forzar el alcanzar objetivos que están fuera de su alcance en ese momento, de ahí la necesidad de que el coaching sea realizado por un profesional que pueda diferenciar si es apropiado o no este tipo de trabajo. No es irrelevante que la Psicología esté catalogada como profesión sanitaria.

-Los estudios han confirmado que, entre el 25% y el 50% de las personas que solicitan servicios de coaching, presentan niveles de psicopatología clínica. Como decíamos está bien visto tener un coach, aunque no sea lo necesita esa persona en ese momento.

-El profesional de la Psicología se adscribe, al colegiarse, a un código ético, que garantiza la corrección de sus actuaciones.

-Cuenta, además, con un seguro de responsabilidad civil que garantiza ante el cliente el compromiso con el ejercicio de su trabajo.

-Está entrenado en la aplicación del método aprovechando todo su background técnico en Psicología, por lo que cuenta con múltiples y diferentes recursos para dar respuesta a las necesidades concretas del cliente. Como decía Abraham Maslow, “Si tienes un martillo tiendes a tratar todos los problemas como si fueran un clavo”. Dicho de otra forma, para el que sólo tiene un tipo de recursos, sea cual sea la necesidad del cliente, la tratará como sabe él y no como es conveniente para el cliente.

-Los Psicólogos expertos en coaching están entrenados para actuar en todos y cada uno de los niveles de aprendizaje de la persona: desde una modificación de conducta (el más básico), al empoderamiento de su auto-eficacia y capacidad de logro que incide directamente sobre su sentido de identidad (el más complicado).

Conclusiones

Dar servicio a la gran mayoría de la población que quiere ir a más en sus resultados, en su bienestar y en su ajuste social.

El cliente de Psicología Coaching está orientado al futuro y al desarrollo de estrategias y planificación de acciones para lograr sus finalidades en las distintas áreas de su vida.

Método, procedimiento de trabajo, cliente y coach se tienen que ajustar con un especial equilibrio para que el cliente consiga sus metas y, de ahí, que la preparación del coach técnica y personal es diferencial y, más aún, si ese coach es psicólogo. Por eso el COPM ofrece una formación con carácter de experto universitario que forma a los psicólogos para el ejercicio del coaching.