Filofobia, o miedo al compromiso

Filofobia

¿A qué denominamos Filofobia?

En determinados momentos de nuestra vida somos capaces de desarrollar miedos ilógicos ante elementos que ni son materiales ni han ocurrido aún: es anticiparnos a un hecho que no tiene por qué ocurrir nunca.

¿Y sabemos cuál es el pánico que fundamenta el motor de la filofobia?, la filofobia es el miedo al amor, algo que puede hacer que nos encerremos en nosotros mismos, rechazando cualquier opción de conocer a nuevas personas por el miedo que produce la posibilidad de establecer un vínculo emocional muy fuerte.

La chispa del amor altera los niveles hormonales y químicos del cerebro, produciendo nueve efectos secundarios sorprendentes.

La fobia a estar enamorado es un problema de ansiedad que puede tener un efecto en la vida social y emocional de la persona que lo padece.

En casos extremos, el filofóbico puede no solamente evitar grandes amores, sino que puede dejar de relacionarse con vecinos, compañeros de trabajo, amigos y familiares.

La acción de enamorarse seguramente es una de las experiencias más beneficiosas que podemos sentir los seres humanos, pero para una persona filofóbica, se puede convertir en una situación que le produce una terrible sensación de malestar y niveles elevados de estrés emocional y físico.

Esta patología puede ser muy incapacitante, y en casos graves puede conducir al enfermo a una situación de aislamiento social.

¿Podemos catalogarlo como trastorno psicológico?

La Filofobia no es citada en los libros más usados en psicología clínica y en psiquiatría. En cambio, se la puede incluir en las fobias específicas.

Las fobias son un tipo de trastornos ansiosos que pueden alcanzar una variedad de formas innumerables. Es por eso que en Psicología es posible tratar a pacientes filofóbicos sin necesidad de emplear esta palabra.

Síntomas habituales de la Filofobia

Existen personas que temen enamorarse, entregarse o establecer lazos personales fuertes. Solamente viven relaciones sin compromiso, cortas, hablan poco de sí mismas, evitan mostrarse tal como son, ponen un “muro” para no sentirse vulnerables, y sus relaciones son una subida y bajada de emociones.

Físicamente, presentan diversos síntomas cuando se encuentran en presencia de la persona del sexo opuesto de quién sienten atracción emocional y física.

Por ejemplo, ataques de pánico, dolor de estómago, latidos irregulares del corazón, sudoración excesiva, falta de aire y deseo de escapar de la situación cuanto antes, para evitar sentir todos estos síntomas ansiosos.

Realmente, la Filofobia es un sentimiento muy fuerte de un fracaso en una relación pasada que no se ha superado aún.

El paciente que sufre de filofobia tiene heridas sin cicatrizar de un divorcio o un proceso de desamor traumático, que hace que evite cualquier situación de ser dañado de nuevo por un enamorado.

También se cree que la filofobia nace de un miedo intenso a ser rechazados.

No existe una respuesta definitiva del motivo que lleva a ciertas personas que experimentan relaciones dolorosas a aferrarse al dolor y no querer superarlas.

¿Cómo actúo si sufro de Filofobia?

Si padeces filofobia, lo primero debes tener en cuenta que no estás solo, que hay mucha gente a la que le ocurre lo mismo que a ti y que, si sigues una serie de consejos y herramientas, podrás superar este trastorno de ansiedad.

Pero está claro que, si no ponemos un poco de nuestra parte, nada puede ayudar. La filofobia tiene solución, por supuesto, pero debemos trabajar en ella. Debemos ser responsables e insertar algunas costumbres y hábitos para solucionar el problema.

Lee atentamente una serie de consejos:

  • Exponerse al miedo

Una sencilla exposición al miedo es una buena manera de lograr vencerlo. En numerosas ocasiones pensamos demasiado en las consecuencias negativas y luego nos damos cuenta de que no era para tanto.

Lo que está muy claro es que escapar, salir huyendo o evitando estas situaciones solo provocará que este trastorno se reafirme más y se mantenga vivo. Por tanto, no nos podemos negar a vivir un amor sólo porque nos produzca temor.

  • Vivir el presente

Para tratar de tener control emocional debemos vivir la relación día a día, o sea, vivir el presente. Hay que procurar dejar atrás pensamientos irracionales creados por experiencias pasadas y expectativas futuras.

El Mindfulness o atención plena, es una técnica terapéutica que busca que los aspectos de las emociones sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos.

Estas terapias psicológicas basadas en la meditación oriental te ayudarán a vivir al día y a mejorar tus relaciones interpersonales.

  • Expresa los temores

La comunicación es un factor esencial en toda relación y para poder sentirnos más fuertes a la hora de afrontarlo. Debemos hacer partícipe a nuestra pareja o familia de lo que nos ocurre.

Hacer conocedora de nuestros miedos a una persona de confianza, nos ayudará a que entiendan mejor nuestras reacciones y por tanto la tensión emocional se verá reducida.

En este aspecto, la empatía es básica para el entendimiento.

  • Concederte el tiempo necesario

Los bloqueos emocionales suelen ocurrir porque tenemos sin curar diversos episodios dolorosos que nublan nuestra mente.

No se puede querer superar nuestros temores de un día para otro.

Date el tiempo que necesites para encauzar de forma correcta tu vida, no te agobies por algo que el tiempo, muy pausadamente, irá solucionando.

Pero poco a poco hay que salir de la zona de confort y admitir que superar esos temores ilógicos exigirá de nosotros algo más que buenas intenciones, tenemos que actuar.

  • Acudir a un profesional

Al ser la filofobia un trastorno de ansiedad provocado por experiencias negativas del pasado, se recomienda acudir a un profesional de la salud si no es posible superarlo solo. La terapia cognitivo-conductual y la desensibilización afectiva han demostrado ser muy útiles en la superación de este tipo de fobias.

En cambio, en el caso de la filofobia la psicoterapia es más compleja, porque no es tan fácil exponerse de manera controlada a la posibilidad de poder enamorarse.

Miedo a enamorarse

Nuestros miedos más absurdos e irracionales pueden despertar a partir de la posibilidad de sentir algunas emociones.

Algo que hace de la filofobia algo muy complicado es la imposibilidad de proteger la fuente del miedo.

En la filofobia cualquier situación que se presienta que puede desencadenar en vínculos del enamoramiento, es rechazada en su totalidad de manera anticipada.

Las personas filofóbicas pueden sentir que rechazan el enamoramiento y, al mismo tiempo, desear que pudieran experimentarlo sin miedos para poder disfrutarlo.

Este miedo predispone a las personas a aislarse socialmente, algo que puede conducir a la soledad y tristeza y que está relacionado con hábitos de vida poco saludables y una menor esperanza de vida.

Por consiguiente, la filofobia se puede convertir en un problema incapacitante para la persona que lo padece, siempre que su intensidad sea muy elevada.

Debemos detectar este problema y manejarlo a través de la psicoterapia, ya que es el primer paso para calmar sus síntomas y volver disfrutar de una forma de vida feliz.

Conclusiones a la filofobia

La filofobia origina una ansiedad muy alta y una imperiosa necesidad de escapar ante los vínculos emocionales.

Para muchas personas, encontrar a ese compañero o compañera de vida, constituye uno de sus mayores deseos. En cambio, para aquellos individuos que padecen filofobia, este panorama resulta de lo más aterrador.

La filofobia tiene remedio y se puede tratar. No dudes en acudir a Ipsia Psicología, contamos con psicólogos expertos profesionales que te ayudarán en lo que necesites.

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