La terapia cognitiva-conductual es muy útil en el proceso de liberar el rencor, que es un enfado profundo y constante; un resentimiento que enferma el cuerpo y la mente. Las razones del rencor pueden variar: insultos, abusos de confianza, engaños, ofensas o maltratos.
Puedes contar con nuestro centro de Psicología experto en Terapia cognitiva-conductual, en Madrid, con tu psicólogo de confianza.
El resentimiento se acumula hasta que se convierte en deseo de venganza. Un deseo que se alimenta a uno mismo, creciendo hasta que se vuelve insoportable.
Todos hemos experimentad esto alguna vez, adoptando un comportamiento que contradice nuestra verdadera personalidad, para soportar las angustias que este sentimiento causa.
Consejos a tener en cuenta
Habla con personas de tu confianza sobre cómo te sientes. Comparte tus sentimientos y emociones de venganza, dolor, impotencia o decepción que están atrapados dentro de ti. Deja salir la rabia y las lágrimas. Hablar sobre nuestros sentimientos es sanador, solo eso te hará sentir mejor. No expresar nuestras emociones, en cambio, dificulta su manejo y procesamiento. Si puedes, habla con la persona que te ha herido y cuéntale cómo te sientes.
Recuerda que no ofende quien quiere, sino quien puede. Si no puedes hablar con la persona, una técnica común en psicología consiste en imaginar que la tienes frente a ti, sentada en una silla. Siéntate frente a ella y exprésale todo lo que le dirías si estuviera realmente ahí, con esa misma intensidad que tendrías si fueras libre de decírselo. Es vital aceptar nuestras imperfecciones y ser más amables con nosotros mismos. Si somos amables con nosotros, también lo seremos con los demás y podremos perdonar más fácilmente.
Mira hacia adelante. Busca una nueva meta en tu vida, una nueva ilusión. Esto te ayudará a centrar tu atención en el futuro en lugar del pasado, facilitando el olvidar y acelerando el proceso de perdón. Superar el rencor es sencillo si aprendes a dejar de lado el deseo de venganza. Aunque pienses, erróneamente, que vengarte te ayudará, no es así. Causar daño intencionadamente puede ofrecerte felicidad momentánea, pero no te proveerá de las herramientas necesarias para vencer el rencor.
Etapa del perdón
El perdón es un compromiso de cambio que requiere práctica.
Para ello: – Reconoce el valor del perdón y cómo puede mejorar tu vida.
-Identifica lo que necesitas sanar y a quién deseas perdonar.
-Únete a un grupo de apoyo o consulta a un profesional de la salud mental.
-Acepta las emociones que te provocó el daño, reconoce cómo esas emociones afectan tu conducta, y esfuérzate por dejarlas ir.
-Elige perdonar a la persona que te hizo daño.
– Libera el control y el poder que la persona que te ofendió y la situación han tenido sobre ti.
¿Y si no puedo perdonar a alguien? Perdonar puede ser complicado, especialmente si la persona que te lastimó no acepta haber hecho algo malo.
Para ello:-Practica la empatía. Intenta entender la situación desde el punto de vista de la otra persona.
-Pregúntate qué pudo haber llevado a esa persona a actuar así. Tal vez tú habrías reaccionado de manera similar en su lugar.
-Reflexiona sobre las veces que otros te perdonaron.
-Reconoce que perdonar es un proceso. A veces, puede ser necesario revivir y perdonar ofensas menores repetidamente.
¿El perdón es garantía de reconciliación?
Si en el evento que te hirió estuvo involucrada una persona con la que tenías una relación valiosa, el perdón puede conducir a la reconciliación. Pero no siempre es así. La reconciliación puede ser imposible si la persona que te ofendió ha fallecido o no desea comunicarse contigo.
En otras situaciones, la reconciliación puede no ser adecuada. Sin embargo, perdonar es posible, incluso si la reconciliación no lo es.
¿Qué hago si la persona a quien he perdonado no cambia?
El objetivo del perdón no es que otra persona cambie.
Se trata de centrarse en lo que puedes controlar ahora. Piensa en el perdón desde el ángulo de cómo puede transformar tu vida al brindarte paz, felicidad y sanación emocional y espiritual.
¿Y si soy yo quien necesita ser perdonado?
El primer paso es evaluar honestamente y aceptar el daño que has causado y cómo afectó a los demás. No seas demasiado duro contigo mismo. Si realmente sientes arrepentimiento por algo que dijiste o hiciste y deseas ser perdonado, considera hablar con aquellos a quienes has herido. Cuéntales tu tristeza o sincero arrepentimiento.
Pide perdón sin justificarte. No puedes forzar a nadie a perdonarte. Los demás necesitan llegar al perdón cuando estén listos. Recuerda que perdonar es un proceso. Pase lo que pase, comprométete a tratar a los demás con compasión, empatía y respeto.
Conclusiones
Seguir odiando cuando todo ha pasado y no soltar el dolor que otros nos han causado será perjudicial. Es un arma de doble filo que se volverá en nuestra contra y que solo nos hará daño a nosotros mismos. El rencor se aloja en nosotros y no va más allá. El odio lo mantenemos dentro y, si no lo soltamos, tendremos que sufrir.
El rencor nos impide sentirnos libres, felices y tranquilos, convirtiéndose en un obstáculo para progresar. Aprender a superar el rencor es una de las herramientas más valiosas para avanzar en nuestro crecimiento personal y bienestar emocional. El rencor dificulta pasar página y mirar hacia adelante. Cuando alguien que te importa te hiere, puedes aferrarte a tu ira y resentimiento, o perdonarlo y avanzar. Busca la ayuda de un profesional.