La resiliencia. Estrés

Resiliencia

Llamamos resiliencia a poder adaptarse a las desgracias y a los problemas de la vida. Debemos poner a prueba nuestro nivel de resiliencia y lograr consejos para desarrollar la propia resiliencia.

Puedes contar con nuestro centro de estrés postraumático, en Madrid. Siempre te atenderá el mismo psicólogo, que te asegura anonimato y discreción.

Nuestro artículo “COVID-19. Resiliencia en empresa y turismo”, puede ayudarte

Cuando tienes capacidad de resiliencia, aprovechas tu fuerza interior para reponerte de un contratiempo o un desafío, como la pérdida de un empleo, una enfermedad, un desastre o la muerte de un ser querido. Si no tienes resiliencia, es posible que te obsesiones con los problemas, te victimices o te sientas abrumado, o recurras a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios y los comportamientos riesgosos.

La resiliencia no hará que tus problemas desaparezcan, pero puede darte la capacidad de ver más allá de ellos, de disfrutar de la vida y de controlar y gestionar mejor el estrés. Si no eres tan resiliente como te gustaría, puedes desarrollar y aprender habilidades para aumentar esta capacidad.

Adaptación a la adversidad

La resiliencia es la capacidad de adaptarse a situaciones difíciles. Cuando el estrés, la adversidad o el trauma te golpean, sigues experimentando ira, dolor y pena, pero puedes seguir funcionando, tanto a nivel físico como psicológico. Pero la resiliencia no significa soportar algo difícil, ser estoico o atravesar la situación solo. De hecho, ser capaz de buscar el apoyo de otras personas es un componente fundamental de la resiliencia.

Resiliencia y salud mental

La resiliencia puede ayudarte a protegerte de distintas afecciones de salud mental, como la depresión y la ansiedad. La resiliencia también puede ayudar a compensar los factores que incrementan el riesgo de presentar trastornos de salud mental, como el acoso o un trauma previo. Si ya tienes un trastorno de salud mental, la resiliencia puede mejorar tu capacidad para afrontar una situación difícil.

Consejos para aumentar la resiliencia

-Conéctate. Construir relaciones fuertes y positivas con tus seres queridos y amigos puede darte el apoyo, la orientación y la aceptación que necesitas en momentos buenos y malos.

-Haz que cada día tenga sentido. Haz algo que te dé una sensación de logro y propósito todos los días. Establece metas concretas y alcanzables que te ayuden a mirar hacia el futuro con sentido.

-Aprende de la experiencia. Piensa en cómo has afrontado las dificultades en el pasado. Recuerda las habilidades y estrategias que te ayudaron en los momentos difíciles. Incluso podrías escribir sobre experiencias pasadas en un diario para ayudarte a identificar patrones de comportamiento positivos y negativos, y guiar tu comportamiento futuro.

-Cuídate. Atiende a tus propias necesidades y sentimientos. Participa en actividades y pasatiempos que disfrutes. Incorpora la actividad física a tu rutina diaria. Duerme y crea rituales uniformes para ir a dormir. Lleva una dieta saludable. Practica el manejo del estrés y técnicas de relajación, como el yoga, la meditación, la visualización dirigida, la respiración profunda o la oración.

-Sé proactivo. No ignores tus problemas. Pero averigua lo que hay que hacer, haz un plan y toma medidas. Aunque puede llevar tiempo recuperarse de un gran contratiempo, un evento traumático o una pérdida, debes saber que tu situación puede mejorar si trabajas en ello.

Resiliencia

Cómo buscar ayuda profesional

Ser más resiliente requiere mucho tiempo y práctica. Si no sientes que estás progresando, o no sabes por dónde empezar, considera la posibilidad de hablar con un profesional de la salud mental. Con ayuda, puedes mejorar tu resiliencia y tu bienestar mental.

Conclusiones

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa «rebotar» de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.

El análisis de la psicología respecto a la resiliencia ha cambiado con los años. Durante mucho tiempo, este tipo de respuestas eran consideradas como inusuales o patológicas. Los psicólogos actuales reconocen que se trata de una respuesta común como forma de ajuste frente a la adversidad.

La psicología positiva considera a los problemas como desafíos, que son enfrentados y superados por las personas gracias a la resiliencia. Existen distintas circunstancias que favorecerán o no el desarrollo de la resiliencia en cada hombre, como la educación, las relaciones familiares y el contexto social.